VISION

LA IGLESIA PENTECOSTES VIDA ABUNDANTE EXISTE PARA EXALTAR AL SALVADOR Y EQUIPAR ALOS CREYENTES PARA LA OBRA DE DEL MINISTERIO.

MISION

MINISTERIOS VIDA ABUNDANTE
TIENE COMO PROPOSITO SUPLIR LAS NECESIDADES DE LAS PERSONAS ATRAVEZ DE :
1; EVANGELISMO 2; DISCIPULADO 3; GRUPOS PEQUEÑOS
4; COMPAÑERISMO 5; BENEVOLENCIA

VALORES

AMOR-FIDELIDAD-HUMILDAD-INTEGRIDAD-UNIDAD-CONFIANZA-RESPETO-TOLERANCIA-RESPONSABILIDAD

sábado, 6 de noviembre de 2010

PRUEBA SUPERADA ???


FUE CASI UN EXITO QUITANDO QUE LLEGO SOLO 1 VEZ TARDE EL BUS POR LOS PASAJEROS DEL 2DO BUS Y POR LA POCA EDUCACION MOSTRADA POR UNA PSEUDOPASTORA EN FIN NO DETALLEMOS LO MALO DEJEMOSLO EN LO BUENO PASARE UNAS IMAGENES MIAS CORRIENDO POR LA PLAYA JAJAJAJAJA

jueves, 30 de septiembre de 2010

¿Qué dice la Biblia acerca del bautismo de infantes?


Existe mucha confusión acerca del bautismo en varias denominaciones cristianas. Sin embargo, esto no es resultado de una presentación confusa del mensaje del bautismo en la Biblia. La Biblia es abundantemente clara sobre lo que es el bautismo, para qué es, y cuál es su propósito. En la Biblia, solo los creyentes que habían puesto su fe en Jesucristo eran bautizados – como un testimonio público de su fe, e identificación con Él. (Hechos 2:38; Romanos 6:3-4). El bautismo mediante la inmersión en agua, es un paso de obediencia subsiguiente a la fe en Cristo. Es la proclamación de esa fe en Jesucristo, una declaración de sumisión a Él, y una identificación con Su muerte, sepultura, y resurrección.

En base a lo anterior, el bautismo infantil no es una práctica bíblica. Un infante no puede poner su fe en Cristo. Un infante no puede hacer una decisión consciente de obedecer a Cristo. Un infante no puede entender lo que simboliza el bautismo en agua. La Biblia no registra a ningún infante siendo bautizado. El bautismo infantil fue el origen de los métodos bautismales de rociar o verter agua, ya que era imprudente y peligroso sumergir totalmente a un infante en el agua. Aún el método del bautismo infantil está en discordancia con la Biblia. ¿Cómo puede ilustrar el rociar o verter un poco de agua, la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo?

Muchos cristianos que practican el bautismo infantil, lo hacen creyendo que éste es el equivalente a la circuncisión en el Nuevo Pacto. Desde este punto de vista, así como la circuncisión unía a un hebreo a los pactos Abrahámico y Mosaico, así el bautismo une a una persona al Nuevo Pacto de la salvación a través de Jesucristo. Este razonamiento es anti-bíblico. El Nuevo Testamento en ninguna parte vincula el bautismo con la circuncisión. Asimismo, en ninguna parte del Nuevo Testamento se describe el bautismo como un signo del Nuevo Pacto. Es la fe en Jesucristo lo que permite que una persona se una a las bendiciones del Nuevo Pacto (1 Corintios 11:25; 2 Corintios 3:6; Hebreos 9:15).

El bautismo no salva a una persona. No importa si fuiste bautizado por inmersión, si vertieron agua o te rociaron con ella – si tu no confías primeramente en Cristo para salvación, el bautismo (sin importar el método) es inútil y sin significado alguno. El bautismo en agua por inmersión es un paso de obediencia que debe ser hecho después de la salvación, como una confesión pública de la fe en Jesucristo y la identificación con ÉL. El bautismo infantil no tiene cabida en la definición bíblica del bautismo o en el método bíblico del mismo. Si los padres cristianos desean dedicar su hijo a Cristo, entonces lo apropiado es “un servicio de dedicación del bebé”. Sin embargo, aún si los infantes son dedicados al Señor, cuando crezcan deberán hacer una decisión personal de creer en Jesucristo para que puedan ser salvos.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

VIAJE A MANZANILLO 2010 B

VIAJE A MANZANILLO 2010


DESPUES DE UN TIEMPO DE QUE LE PERDI EL INTERES A ESTA PAGINA PONGO UN POCO DE INFORMACION

lunes, 28 de junio de 2010

¿Somos todos hijos de Dios, o solo los cristianos?

La Biblia establece claramente, que toda la gente es creación de Dios (Colosenses 1:16), pero que solo aquellos que han nacido de nuevo son hijos de Dios (Juan 1:12; Juan 11:52; Romanos 8:16; 1 Juan 3:1-10).

En la Escritura, los que se pierden nunca son mencionados como hijos de Dios. Efesios 2:3 nos dice que antes que fuéramos salvos, “éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.” Romanos 9:8 dice que “…no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.” En vez de haber nacido como hijos de Dios, nacimos en pecado, el cual nos separa de Dios y nos sitúa al lado de Satanás como enemigos de Dios (Juan 8:43). Un verso después, en Juan 8:44, Jesús dijo a los fariseos; “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer…” El hecho de que aquellos que no son salvos no son hijos de Dios, también puede verse en 1 Juan 3:10, “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.”

Nos convertimos en hijos de Dios cuando somos salvos porque somos adoptados dentro de la familia de Dios a través de nuestra relación con Jesucristo (Gálatas 4:5-6; Efesios 1:5). Esto puede verse claramente en versos como Romanos 8:14-17. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados.” Aquellos que son salvos son “…hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús.” (Gálatas 3:26) porque Dios nos ha “…predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de Su voluntad.” (Efesios 1:5)

¿Por qué los judíos y los árabes / musulmanes se odian mutuamente?


Primero, es importante entender que no todos los árabes son musulmanes, y que no todos los musulmanes son árabes. Mientras que la mayoría de los árabes son musulmanes, hay muchos que no lo son. Es más, hay un mayor número de musulmanes no árabes (en áreas tales como Indonesia y Malasia) que árabes musulmanes. Segundo, es importante recordar que no todos los árabes odian a los judíos, que no todos los musulmanes odian a los judíos y que no todos los judíos odian a los árabes y musulmanes. Debemos ser cuidadosos de evitar estereotipar a la gente. Sin embargo aclarado eso, y generalmente hablando, los árabes y los musulmanes tienen un rechazo y desconfianza hacia los judíos y viceversa.

Si hay una explicación bíblica explícita para esta hostilidad, ésta proviene desde Abraham. Los judíos son descendientes Isaac el hijo de Abraham. Los árabes son descendientes de Ismael, también hijo de Abraham. Habiendo sido Ismael el hijo de una esclava egipcia (Génesis 16:1-6), obviamente habría alguna hostilidad entre los dos hijos. Como resultado de las burlas de Ismael hacia Isaac (Génesis 21:9), Sara habló con Abraham, solicitándole que enviara a Agar y su hijo Ismael lejos de ahí (Génesis 21:11-21). Probablemente esto causó aún más desprecio en el corazón de Ismael por Isaac. Aún un ángel le profetizó a Agar que Ismael sería: “... hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él” (Génesis 16:11-12).

La religión del Islam, a la cual pertenecen una mayoría de árabes, ha hecho esta hostilidad aún más profunda. El Corán contiene algunas instrucciones contradictorias para los musulmanes respecto a los judíos. En un punto se instruye a los musulmanes a tratar a los judíos como hermanos, y en otro, ordena a los musulmanes a atacar a los judíos que rehusen convertirse al islam. El Corán también introduce un conflicto en cuanto a quién es el verdadero hijo de la promesa de Abraham. Las Escrituras hebreas dicen que fue Isaac. El Corán dice que fue Ismael. El Corán enseña que fue Ismael a quien Abraham casi sacrificó al Señor, no Isaac (en contradicción a Génesis capítulo 22). Este debate sobre quien fue el hijo de la promesa, contribuye a la hostilidad actual.

Sin embargo, la más antigua raíz de amargura entre Isaac e Ismael, no explica toda la actual hostilidad entre judíos y árabes. De hecho, por miles de años en la historia del Medio Oriente, los judíos y los árabes vivieron en relativa paz e indiferencia de unos hacia otros. La causa primaria de la hostilidad tiene un origen más reciente. Después de la II Guerra Mundial, cuando las Naciones Unidas le dieron una porción de tierra de Israel a los judíos, la tierra en ese tiempo, estaba habitada primeramente por los árabes (los palestinos). La mayoría de los árabes protestaron vehementemente en contra de que la nación de Israel ocupara esa tierra. Las naciones árabes se unieron y atacaron a Israel en un intento por sacarlos de esa tierra; pero a fin de cuentas fueron derrotados por Israel. Desde entonces, ha habido una gran hostilidad entre Israel y sus vecinos árabes. Si miras en el mapa, Israel ocupa una pequeña franja de tierra y está rodeada por varias naciones árabes mucho más grandes, tales como; Jordania, Siria, Saudi Arabia, Iraq, y Egipto. Creemos que, bíblicamente hablando, Israel tiene un derecho de existir como nación en la propia tierra que Dios le dió a los descendientes de Jacob, nieto de Abraham. Al mismo tiempo, creemos firmemente que Israel debería buscar la paz y mostrar respeto por sus vecinos árabes. El Salmo 122:6 dice, “Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman.”

miércoles, 23 de junio de 2010

"¿Cuál es la diferencia entre religión y espiritualidad?"


Antes que sea explorada la diferencia entre religión y espiritualidad, debemos primeramente definir los dos términos. La religión puede ser definida como “creencia en Dios o dioses para ser adorados, usualmente expresado en conducta y ritual” o “cualquier sistema específico de creencia, adoración, etc., que regularmente incluye un código de ética.” La espiritualidad puede ser definida como “la cualidad o hecho de ser espiritual, no-físico” o “un carácter predominantemente espiritual demostrado por el pensamiento, vida, etc., tendencia espiritual o tono.” Para ponerlo de manera concisa, la religión es un conjunto de creencias y rituales que aseguran llevar a una persona a una relación correcta con Dios, y la espiritualidad es un enfoque sobre las cosas espirituales y el mundo espiritual en vez del físico, que son las cosas terrenales.

La mala interpretación más común acerca de la religión es que el Cristianismo es solo otra religión, como el Islam el Judaísmo, Hinduismo, etc., Tristemente, muchos que aseguran ser partidarios del Cristianismo, lo practican como si fuera una religión. Para muchos, el Cristianismo no es más que un conjunto de reglas y rituales que una persona tiene que observar a fin de ir al cielo después de la muerte. Eso no es el verdadero Cristianismo. El verdadero Cristianismo es una relación con Jesucristo. El verdadero Cristianismo no es una religión, sino más bien es tener una correcta relación con Dios, por medio de recibir a Jesucristo como el Mesías Salvador, por gracia a través de la fe. Sí, el Cristianismo tiene “rituales” que observar (p. ej. el Bautismo y la Santa Cena). Sí, el Cristianismo tiene “reglas” que seguir (por ejemplo, no matar, amarse unos a otros, etc.) Sin embargo, estos rituales y reglas no son la esencia del Cristianismo. Los rituales y las reglas del Cristianismo son el resultado de la salvación del cristiano. Cuando recibimos la salvación a través de Jesucristo, somos bautizados como una proclamación de esa fe. Observamos la Santa Cena en memoria del sacrificio de cristo. Seguimos una lista de deberes y prohibiciones derivadas del amor que tenemos por Dios, en gratitud por lo que Él ha hecho y como resultado de la influencia del Espíritu Santo que mora en nuestras vidas.

El malentendido más común acerca de la espiritualidad, es que hay muchas formas de espiritualidad, y que todas son igualmente válidas. Meditar en posiciones físicas inusuales, comulgar con la naturaleza, buscar conversación con el espíritu del mundo, etc., pueden parecer como “espirituales,” pero de hecho son una falsa espiritualidad. La verdadera espiritualidad es poseer el Espíritu de Dios como resultado de recibir la salvación a través de Jesucristo. La verdadera espiritualidad es el fruto que produce el Espíritu Santo en la vida de una persona: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22-23). La espiritualidad es totalmente acerca de volvernos más parecidos a Dios, quien es espíritu (Juan 4:24), y tener nuestro carácter conformado a Su imagen (Romanos 12:1-2).

Lo que tienen en común la religión y la espiritualidad, es que ambas pueden ser métodos falsos para tener una relación con Dios. La religión tiende a substituir las vacías observancias de rituales por una genuina relación con Dios. La espiritualidad tiende a substituir conexiones con el espíritu del mundo, por una genuina relación con Dios. Ambas pueden ser y con frecuencia son, caminos falsos hacia Dios. Al mismo tiempo, la religión puede ser valorada en el sentido de que apunta al hecho de que hay un Dios, y de que somos de alguna manera responsables ante ÉL. El único verdadero valor de la religión es su habilidad para señalar que todos hemos fallado y necesitamos de un Salvador. La espiritualidad puede se valorada en que expone que el mundo físico no es todo lo que existe. Los seres humanos no son solo materia, sino también están compuestos de alma y espíritu. Hay un mundo espiritual a nuestro alrededor del cual debemos estar conscientes. El verdadero valor de la espiritualidad es que apunta al hecho de que hay algo y alguien tras este mundo físico, con quien necesitamos hacer contacto.

Jesucristo es el cumplimiento tanto de la religión como de la espiritualidad. Jesús es Aquel a quien debemos entregar cuentas – hacia lo que la verdadera religión señala. Jesús es Aquel con quien necesitamos estar conectados – a quien la verdadera espiritualidad señala. ¿estás interesado en descubrir la verdadera religión y la verdadera espiritualidad? Si la respuesta es sí, por favor comienza tu jornada en nuestra página web que describe cómo recibir a Jesucristo como tu Salvador personal.

¿QUE ES EL ISLAM Y EN QUE CREEN LOS MUSULMANES?


La historia del Islam
La religión del Islam comenzó a principios del siglo VII con un hombre llamado Mohamed. Él aseguró haber sido visitado por el ángel Gabriel. Durante estas visitas angélicas, las cuales continuaron por cerca de 23 años hasta la muerte de Mahoma, el ángel supuestamente le reveló a Mohamed las palabras de Dios (llamado “Alá” en árabe y por los musulmanes). Estas revelaciones dictadas comprenden el Corán, el libro sagrado del Islam.

Las creencias musulmanas
Los musulmanes, seguidores del Islam, creen que el Corán es la preexistente y perfecta palabra de Alá. Es más, muchos musulmanes rechazan cualquier versión en inglés o en cualquier otro lenguaje del Corán. Estas son traducciones del significado del Corán, el cual solo existe en árabe.

Aunque el Corán es el principal libro sagrado, el sunna es considerada la segunda fuente de instrucción religiosa. El sunna fue escrito por los compañeros de Mahoma acerca de lo que él dijo, hizo o aprobó.

Las creencias fundamentales del Islam son, que Alá es el único Dios y que Mohamed fue el profeta de Alá. Por la simple declaración de estas creencias, una persona puede convertirse al Islam. La palabra musulmán significa “uno que se somete a Alá.” El Islam pretende ser la única religión verdadera, de la cual se han derivado a sí mismas todas las otras religiones, o han sido creadas como una parodia del Islam (incluyendo el Judaísmo y el Cristianismo)

Los musulmanes basan sus vidas sobre Cinco Pilares:
1. El testimonio de fe: "No hay un dios verdadero sino solo Dios (Alá), y Mahoma es el Mensajero (Profeta) de Dios.”

2. La oración: debe realizarse cinco veces al día.

3. La limosna: se debe dar al necesitado, puesto que todo viene de Alá.

4. El ayuno: además de festividades ocasionales, todos los musulmanes deben ayunar durante la celebración del Ramadán (el noveno mes del calendario islámico)

5. La Hajj: la peregrinación a la Mezquita de la Meca, debe ser realizada al menos una vez (en el doceavo mes del calendario islámico).

Estos cinco principios, que son la estructura de obediencia para los musulmanes, son tomados muy seria y literalmente. La entrada de un musulmán al paraíso, se basa en la obediencia de estos Cinco Pilares.

El Islam comparado con el Cristianismo
En relación con el Cristianismo, el Islam tiene muchas similitudes, pero diferencias significativas. Como el cristianismo, el Islam es monoteísta, pero rechaza el concepto de la Trinidad. El Islam acepta ciertas porciones de la Biblia, tales como la Ley y los Evangelios, pero rechaza la mayor parte de ella, calificándola como difamadora y no inspirada.

El Islam asegura que Jesús fue solo un profeta – no el Hijo de Dios (los musulmanes creen que solo Alá es Dios, y ¿cómo podría Él tener un Hijo?) En vez de ello, el Islam afirma que Jesús, aunque nacido de una virgen, fue creado igual que Adán – del polvo de la tierra. Los musulmanes creen que Jesús no murió en la cruz. Aunque negado por el Islam, la Trinidad y la redención de Cristo en la cruz son fundamentales para el Cristianismo.

El Islam enseña que el Corán es la autoridad última y la final revelación de Alá. Sin embargo, la Biblia fue completada en el primer siglo con el Libro de Apocalipsis. El Señor advierte contra cualquiera que le añada a Su Palabra terminada (Apocalipsis 22:18). El Corán como una supuesta adición a la Palabra de Dios, claramente desobedece el mandamiento de Dios.

Finalmente, el Islam enseña que el paraíso se obtiene a través de buenas obras y la obediencia al Corán. La Biblia, en contraste, revela que el hombre no puede lograr la medida para llegar a un Dios Santo. Solo por Su misericordia y amor, los pecadores pueden ser salvados a través de la fe en Cristo (Efesios 2:8-9).

La Verdad
Por lo tanto, el Islam y el Cristianismo no pueden ser ambos la verdad. Uno es la Palabra de Dios y el otro no lo es. La verdad tiene consecuencias eternas.

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:1-4).

viernes, 21 de mayo de 2010

¿QUE ES EL PROBLEMA SINOPTICO?

Cuando se comparan los tres primeros Evangelios – Mateo, Marcos y Lucas – es indiscutible que los relatos son muy similares uno de otro en contenido y expresión. Como resultado, Mateo, Marcos, y Lucas son conocidos como los “Evangelios Sinópticos.” La palabra “sinóptico” básicamente significa “verlos juntos con una opinión común.” Las muchas similitudes entre los Evangelios Sinópticos ha conducido a algunos a preguntarse si los autores de los Evangelios tuvieron una fuete común; otro registro escrito del nacimiento, vida, ministerio, muerte y resurrección de Cristo, del cual ellos pudieron haber obtenido el material para sus Evangelios. Algunos aducen que Mateo, Marcos, y Lucas son tan similares, que ellos debieron haber utilizado los Evangelios unos de otros, u otra fuente común. A esta supuesta “fuente” se le ha dado el título de “Q” de la palabra alemana que significa “fuente.”

¿Existe alguna evidencia para un documento “Q”? No, no la hay. Ninguna porción o fragmento de un documento “Q” ha sido jamás encontrado. Ninguno de los padres de la iglesia primitiva mencionó jamás un Evangelio “fuente” en sus escritos. La “Q” es la invención de “eruditos” liberales, quienes niegan la inspiración de la Biblia. Ellos creen que la Biblia es nada más que una obra de literatura, sujeta a la misma crítica concedida a otras obras literarias. Nuevamente, decimos que no hay evidencia de ninguna clase para un documento “Q” – ya sea bíblica, teológica, o histórica.

Si Mateo, Marcos y Lucas no utilizaron un documento “Q,” ¿por qué son tan similares sus Evangelios? Hay varias posibles explicaciones. Es posible que los otros escritores de los Evangelios hayan tenido acceso a cualquiera de los Evangelios que haya sido escrito primero (posiblemente Marcos). No hay absolutamente ningún problema con la idea de que Mateo y/o Lucas copiaran algún texto del Evangelio de Marcos y lo usaran en sus Evangelios. Tal vez Lucas tuvo acceso a Marcos y Mateo y utilizó textos de ambos en su propio Evangelio. Lucas 1:1-4 nos dice, “Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.”

La explicación más plausible de el porqué los Evangelios Sinópticos son tan similares, es que todos están inspirados por el mismo Espíritu Santo, y todos fueron escritos por gente que atestiguó, o escuchó los mismos eventos. El Evangelio de Mateo fue escrito por Mateo el Apóstol, uno de los doce que siguieron a Jesús y fueron comisionados por Él. El Evangelio de Marcos fue escrito por Juan Marcos, un cercano colaborador del Apóstol Pablo, quien fue enseñado por los otros apóstoles acerca de la vida y ministerio del Señor. ¿Por qué no esperaríamos que sus relatos fueran similares uno del otro? A última instancia, cada uno de los Evangelios fue inspirado por el Espíritu Santo (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:20-21). Por lo tanto, debemos esperar similitud y unidad.

¿QUE ES EL AGNOSTICISMO?

El agnosticismo es la ponencia de que es imposible conocer o probar la existencia de Dios. La palabra “agnóstico” significa esencialmente “sin conocimiento”. El agnosticismo es una postura más intelectualmente honesta que la del ateísmo. El ateísmo declara que Dios no existe – una posición improbable. El agnosticismo declara que la existencia de Dios no puede ser probada o negada – que es imposible conocer si Dios existe. En este concepto, el agnosticismo está en lo correcto. La existencia de Dios no puede ser empíricamente probada o negada.

La Biblia nos dice que debemos aceptar la existencia de Dios por fe. Hebreos 11:6 dice, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Dios es espíritu (Juan 4:24) así que Él no puede ser visto o tocado. A menos que Dios elija revelarse a Sí Mismo, Él es esencialmente invisible para nuestros sentidos (Romanos 1:20) La Biblia enseña que la existencia de Dios puede ser claramente apreciada en el universo (Salmo 19:1-4), sentida en la naturaleza (Romanos 1:18-22), y confirmada en nuestros propios corazones (Eclesiastés 3:11).

El agnosticismo está esencialmente indispuesto a hacer decisiones a favor o en contra de la existencia de Dios. Es la última posición de “nadar entre dos aguas”. Los teístas creen que Dios existe. Los ateos creen que Dios no existe. Los agnósticos creen que no debemos ni creer ni negar la existencia de Dios – porque es imposible probar una u otra cosa.

Por el bien del argumento, deshagámonos por un momento de las claras e innegables evidencias de la existencia de Dios. Si ponemos las posturas del teísmo y el ateísmo a la par del agnosticismo, al cual tiene más “sentido” creer – considerando la posibilidad de la vida después de la muerte. Si Dios no existe, los teístas, ateos y agnósticos por igual, simplemente dejan de existir cuando mueren. Si Dios existe, los ateos y agnósticos tendrán a Alguien a quien responder cuando ellos mueran. Desde esta perspectiva, definitivamente tiene más “sentido” ser un teísta que un ateo o agnóstico. Si ninguna de estas posiciones puede ser probada o desaprobada, ¿no parece más sabio hacer cualquier esfuerzo para creer en la postura que puede tener un eterno e infinito resultado más deseable?

Es normal tener dudas. Hay tantas cosas en este mundo que no podemos entender. Con frecuencia la gente duda de la existencia de Dios porque no entienden o están de acuerdo con las cosas que Él hace o permite. Sin embargo, nosotros, como criaturas humanas finitas, no debemos esperar que estemos capacitados para comprender a un Dios infinito. Romanos 11:33-34 dice, “Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?” Debemos creer en Dios por fe y confiar en Sus caminos por fe. Dios está pronto y deseoso de revelarse a Sí Mismo en maneras increíbles para aquellos que crean en Él. Deuteronomio 4:29 proclama, “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.”

martes, 4 de mayo de 2010

EN DONDE ESTABA JESUS LOS 3 DIAS ENTRE SU MUERTE Y RESURECCION


1ª Pedro 3:18-19 declara, “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados.”

La frase, “en Espíritu”, en el versículo 18 tiene exactamente la misma estructura de la frase, “en la carne”. De manera que, parece mejor relacionar la palabra “espíritu” a la misma esfera de la palabra “carne”. La carne y el espíritu son la carne y el espíritu de Cristo. Las palabras “pero vivificado en espíritu”, apuntan al hecho de que al llevar Cristo el pecado y la muerte, produjo la separación de Su espíritu humano, del Padre (Mateo 27:46). El contraste es entre la carne y el espíritu, como Mateo 27:41 y Romanos 1:3-4, y no entre la carne de Cristo y el Espíritu Santo. Cuando se completó la expiación de Cristo por el pecado, Su espíritu reanudó el compañerismo que había sido quebrantado.

Primera de Pedro 3:18-22 describe un vínculo necesario entre el sufrimiento de Cristo (versículo 18) y Su glorificación (versículo 22). Solamente Pedro da información específica acerca de lo que sucedió entre estos dos eventos. La palabra “predicó” en el versículo 19 no es la palabra usual para describir la predicación del evangelio en el Nuevo Testamento. Ésta literalmente significa anunciar un mensaje. Jesús sufrió y murió en la cruz, Su cuerpo fue llevado a la muerte, y Su espíritu murió cuando fue hecho pecado. Pero Su espíritu fue vivificado y lo rindió al Padre. De acuerdo con Pedro, en algún momento entre Su muerte y Su resurrección, Jesús hizo una proclamación especial a “los espíritus encarcelados”.

Para comenzar, Pedro se refería a la gente como “personas” y no “espíritus” (3:20). En el Nuevo Testamento, la palabra “espíritus” es utilizada para describir ángeles o demonios, no seres humanos; y el versículo 22 parece corroborar este significado. Además, en ningún lugar de la Biblia se nos dice que Jesús visitó el infierno. Hechos 2:31 dice que El fue al “Hades” (Versión Reina Valera), pero el “Hades” no es el infierno. En el original del griego, la palabra “Hades” se refiere a la esfera de la muerte, un lugar temporal en donde ellos esperan la resurrección. Apocalipsis 20:11-15 en las versiones de habla inglesa NASB y la Nueva Versión Internacional, dan una clara distinción entre las dos. El infierno es el lugar permanente y final de juicio para los perdidos. El Hades es un lugar temporal.

Nuestro Señor rindió Su espíritu al Padre, murió, y en algún momento entre la muerte y la resurrección, visitó la esfera de la muerte en donde pronunció un mensaje a los seres espirituales (probablemente ángeles caídos; vea Judas 6) quienes fueron de alguna manera relacionados al período anterior al diluvio en el tiempo de Noé. El versículo 20 pone esto en claro. Pedro no nos dijo lo que proclamó a estos espíritus encarcelados, pero este no podía ser un mensaje de redención, debido a que los ángeles no pueden ser salvos (Hebreos 2:16). Fue probablemente una declaración de victoria sobre Satanás y sus huestes (1ª Pedro 3:22; Colosenses 2:15). Efesios 4:8-10 también parece indicar que Cristo fue al “paraíso” (Lucas 16:20; 23:43) y llevó al cielo a todos aquellos que han creído en El previo a Su muerte. Este pasaje no da una gran cantidad de detalle acerca de lo que ocurrió, pero la mayoría de los estudiosos de la Biblia concuerdan en que eso es lo que quieren decir con “llevó cautiva la cautividad.”

Todo eso para decir que la Biblia no es enteramente clara acerca de lo que Dios hizo exactamente, los tres días entre Su muerte y resurrección. Parece, no obstante, que El estaba predicando victoria sobre los ángeles caídos y/o no creyentes. Lo que podemos saber con seguridad es que Jesús no estaba dando a la gente una segunda oportunidad para la salvación. La Biblia nos dice que nosotros nos vamos a enfrentar al juicio después de la muerte (Hebreos 9:27), no a una segunda oportunidad. En realidad, no hay una respuesta clara definitiva para lo que Jesús estaba haciendo en el tiempo entre Su muerte y resurrección. Talvez este es uno de los misterios que vamos a entender cuando alcancemos la gloria

martes, 27 de abril de 2010

¿PUEDE UN CRISTIANO SER POSEIDO POR DEMONIOS



PORQUE USTED LO PIDIO 1 VEZ MAS

La Biblia no establece explícitamente si un cristiano puede o no ser poseído por un demonio. Sin embargo, puesto que un cristiano es habitado por Espíritu Santo (Romanos 8:9-11; 1 Corintios 3:16; 6:19), parecería improbable que el Espíritu Santo permitiera que un demonio poseyera a la misma persona en la que Él habita. Definitivamente reconocemos que este es un punto controversial. Sin embargo, sostenemos fuertemente la creencia de que un cristiano no puede ser poseído por un demonio. Creemos que hay una gran diferencia entre ser poseído por un demonio, y ser oprimido / influenciado por un demonio. La posesión demoníaca involucra a un demonio teniendo el control directo sobre los pensamientos y/o acciones de una persona (Lucas 4:33-35; 8:27-33; Mateo 17:14-18). La opresión / influencia demoníaca implica que un demonio o demonios atacan a una persona espiritualmente, animándola a una conducta pecaminosa (1 Pedro 5:8-9; Santiago 4:7). Notarán que en todos los pasajes del Nuevo Testamento que tratan con la guerra espiritual, nunca se nos dice que sacaran demonios de un creyente (Efesios 6:10-18). Se nos dice que resistamos al diablo (1 Pedro 5:8-9; Santiago 4:7), no que lo saquemos.

Es impensable para mí que Dios permitiera que a uno de Sus hijos, a quien ÉL compró con la sangre de Cristo (1 Pedro 1:18-19) y lo hizo una nueva criatura (2 Corintios 5:17) – sea poseído y controlado por un demonio. Si, como creyentes libramos batallas con Satanás y sus demonios, pero de dentro de nosotros. 1 Juan 4:4 declara, “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” ¿Quién es EL que está en nosotros? El Espíritu Santo. ¿Quién es el que está en el mundo? Satanás y sus demonios.

¿ES EL CATOLICISMO UNA RELIGION FALSA? ¿Son salvos los católicos?


El problema más crucial con la Iglesia Católica Romana es la creencia de que la sola fe en Jesucristo no es suficiente para la salvación. La Biblia clara y consistentemente establece que el recibir a Jesucristo como Salvador, por gracia a través de la fe, garantiza la salvación ( Juan 1:12; 3:16, 18, 36; Hechos 16:31; Romanos 10,13; Efesios 2:8-9). La Iglesia Católica Romana rechaza esto. La posición oficial de la Iglesia Católica Romana es que una persona debe creer en Jesucristo Y ser bautizada Y recibir la Eucaristía junto con los otros sacramentos, Y obedecer los decretos de la Iglesia Católica Romana Y realizar obras meritorias Y no morir con algún pecado mortal Y etc., etc., etc. La divergencia Católica de la Biblia en el más crucial de los puntos, la salvación; significa que si, el Catolicismo es una religión falsa. Si la persona cree lo que la Iglesia Católica enseña oficialmente, él o ella no serán salvados. Cualquier demanda de obras o rituales que deban ser añadidos a la fe para obtener la salvación, es afirmar que la muerte de Jesús no tuvo el valor suficiente para comprar nuestra salvación.

Mientras que la salvación por fe es el punto más crucial, al comparar el catolicismo romano con la Palabra de Dios, existen también muchas otras diferencias y contradicciones. La Iglesia Católica Romana enseña muchas doctrinas que están en desacuerdo con lo que la Biblia declara. Esto incluye la sucesión apostólica, la adoración a los santos o a María, la oración a los santos o a María, el Papa / papado, el bautismo de infantes, la transubstanciación, indulgencias plenarias, el sistema sacramental, y el purgatorio. A pesar de que los católicos afirman la base bíblica de estos conceptos, ninguna de estas enseñanzas tienen ninguna base sólida en la clara enseñanza de la Escritura. Estos conceptos están basados en la tradición católica, no en la Palabra de Dios. De hecho, ellos claramente contradicen los principios bíblicos.

Con referencia a la pregunta “¿Son salvos los católicos?”, esta es la pregunta más difícil de responder. Es imposible hacer una declaración universal sobre la salvación de todos los miembros de cualquier denominación cristiana. No TODOS los bautistas son salvos. No TODOS los presbiterianos son salvos. No TODOS los luteranos son salvos. La Salvación es determinada por la fe personal solamente en Jesús para salvación, no por los títulos o identificación denominacional. A pesar de las creencias anti-bíblicas y las prácticas de la Iglesia Católica Romana, hay creyentes genuinos que asisten a las iglesias católicas. Hay muchos católicos romanos que genuinamente han depositado su fe solamente en Jesucristo para salvación. Sin embargo, estos cristianos católicos son creyentes, a pesar de lo que la Iglesia Católica enseña, no por lo que ella enseña. En cierto grado, la Iglesia Católica enseña de la Biblia y señala a la gente a Jesucristo como el Salvador. Como resultado, algunas veces la gente es salvada en iglesias católicas. La Biblia tiene un impacto en donde quiera que es proclamada (Isaías 55:11). Los cristianos católicos permanecen en la Iglesia Católica por la ignorancia de lo que la Iglesia Católica es realmente, por una tradición familiar y presión, o por el deseo de alcanzar a otros para Cristo.

Al mismo tiempo, la Iglesia Católica también aleja a mucha gente de la genuina fe y relación con Cristo. Las creencias y prácticas no bíblicas de la Iglesia Católica Romana, con frecuencia le han dado a los enemigos de Cristo la oportunidad para blasfemar. La Iglesia Católica Romana no es la iglesia que estableció Jesucristo. No es la iglesia que está basada en las enseñanzas de los apóstoles (como se describe en el Libro de Los Hechos y en las epístolas del Nuevo Testamento). A pesar de que las palabras de Jesús en Marcos 7:9 fueron dirigidas a los fariseos, ellas describen con exactitud a la Iglesia Católica Romana, “Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.”

jueves, 8 de abril de 2010

¿DOMINGO DE PASCUA?

Hay una gran confusión de qué se trata el Domingo de Pascua. Para algunos, el Domingo de Pascua tiene que ver con el Conejito de Pascua, los decorados coloridos huevos de Pascua, y las búsquedas de los huevos de Pascua. La mayoría de la gente entiende que el Domingo de Pascua tiene algo que ver con la resurrección de Jesús, pero están confundidos sobre la forma en que la resurrección se relaciona con los huevos de Pascua y el Conejito de Pascua.

Bíblicamente hablando, no hay absolutamente ninguna conexión entre la resurrección de Jesucristo y las tradiciones comunes modernas relacionadas con el Domingo de Pascua. Esencialmente, lo que ocurrió es que a fin de que el cristianismo sea más atractivo para los no cristianos, la antigua Iglesia Católica mezcló la celebración de la resurrección de Jesús con las celebraciones rituales de fertilidad de la primavera. Estos rituales de primavera de fecundidad son la fuente de las tradiciones de los huevos y el Conejito.

La Biblia deja en claro que Jesús fue resucitado el primer día de la semana, el domingo (Mateo 28:1; Marcos 16:2,9; Lucas 24:1; Juan 20:1,19). La resurrección de Jesús es más digno de ser celebrado (véase 1 Corintios 15). Si bien es apropiado celebrar la resurrección de Jesús en un domingo, el día en que se celebra la resurrección de Jesús no debería ser llamado la Pascua. La Pascua no tiene nada que ver con la resurrección de Jesús en un domingo.

Como resultado, muchos cristianos creen firmemente que el día en que celebramos la resurrección de Jesús no debe ser denominado “Domingo de Pascua". Más bien, algo así como 'Domingo de Resurrección' sería mucho más apropiado y bíblico. Para el cristiano, es impensable que permitiéramos que la tontería de los huevos de Pascua y el Conejito de Pascua sean el enfoque del día, en lugar de la resurrección de Jesús.

De todos modos, celebre la resurrección de Cristo en el Domingo de Pascua. La resurrección de Cristo es algo que se debe celebrar todos los días, no sólo una vez al año. Al mismo tiempo, si elegimos celebrar el Domingo de Pascua, no debemos permitir que la diversión y los juegos distraigan nuestra atención de lo que el día debe ser de verdad sobre todo - el hecho de que Jesús resucitó de entre los muertos, y que Su resurrección demuestra que sí, podemos tener la promesa de un hogar eterno en el cielo recibiendo a Jesús como nuestro Salvador.

¿SABADO SANTO?

El Sábado Santo es el nombre dado al día entre el Viernes Santo y el Domingo de Pascua. Algunos cristianos reconocen este día como el séptimo día de la Semana Santa, el día en que Jesús "descansó" de su obra de proveer la salvación para el mundo. El Sábado Santo es el día en que Jesús permaneció en la tumba donde había sido enterrado después de Su crucifixión (Mateo 27,59-60; Marcos 15:46, Lucas 23:53-54, Juan 19:39-42). Si una iglesia celebra el Sábado Santo, es tradicionalmente realizado por la observación de un día de reflexión sombría, contemplando el mundo de oscuridad que existiría sin la esperanza de la resurrección de Cristo.

La única referencia bíblica a lo que sucedió el sábado entre la muerte y resurrección de Jesús se encuentra en Mateo 27:62-66. Después de la puesta del sol del sábado, al final del día de reposo - los sumos sacerdotes y fariseos fueron a Poncio Pilato y le pidieron que un guardia se colocara en la tumba de Jesús para evitar que sus discípulos sacaran y llevaran el cuerpo. Se acordaban de que Jesús dijo que resucitaría en tres días (Juan 2:19-21) y querían hacer todo lo posible para evitarlo. Sabemos de los siguientes relatos que los guardias romanos eran insuficientes para impedir la resurrección y los que regresaron a la tumba la mañana del domingo la encontraron vacía. El Señor había resucitado.

¿VIERNES SANTO?

El Viernes Santo es el viernes justo antes del domingo de Pascua. Se celebra tradicionalmente como el día en que fue crucificado Jesús. Si usted está interesado en un estudio de este asunto, por favor, consulte nuestro artículo que trata las diversas opiniones respecto al día en que fue crucificado Jesús. Suponiendo que Jesús fue crucificado y murió el día viernes, ¿los cristianos deben recordar la muerte de Jesús con la celebración del Viernes Santo?

La Biblia no da instrucciones a los cristianos a recordar la muerte de Cristo, honrándolo en un día determinado. La Biblia nos da libertad en estas cuestiones, sin embargo. Romanos 14:5 nos dice: "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” En vez de recordar la muerte de Cristo en un día determinado, una vez al año, la Biblia nos enseña a recordar la muerte de Cristo mediante la observancia de la Cena del Señor. Primera a los Corintios 11:24-26 declara, "... haced esto en memoria de mí ... todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”

¿Por qué se refiere al Viernes Santo como "santo"? Lo que las autoridades judías y los romanos le hicieron a Jesús definitivamente no era santo (ver Mateo: capítulos 26-27). Sin embargo, ¡los resultados de la muerte de Cristo son muy buenos! Romanos 5:8 "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." Primera de Pedro 3:18 nos dice: " Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu".

Muchas iglesias cristianas celebran el Viernes Santo con un servicio solemne, generalmente por la noche, en el que la muerte de Cristo se recuerda con himnos solemnes, oraciones de acción de gracias, un mensaje centrado en el sufrimiento de Cristo por nosotros, y la observancia de la Cena del Señor. Sea o no que los Cristianos optan por "celebrar" el Viernes Santo, los acontecimientos de ese día deben ser siempre en nuestras mentes, porque la muerte de Cristo en la cruz es el acontecimiento fundamental de la fe cristiana.

¿JUEVES SANTO?

El Jueves Santo (en ingles, el Jueves Maundy) es el jueves de la Semana de la Pasión, un día antes del Viernes Santo (el jueves antes del Domingo de Pascua). El Jueves Santo es el nombre dado a la fecha en que Jesús celebró la Pascua con sus discípulos, conocido como la Última Cena. Dos eventos importantes son el foco del Jueves Santo.

En primer lugar, Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos y, por tanto, instituyó la Cena del Señor, también llamada la Comunión (Lucas 22:19-20). Algunas iglesias cristianas observan una celebración especial de la Cena del Señor el Jueves Santo en recuerdo de la Última Cena de Jesús con sus discípulos. En segundo lugar, Jesús lavó los pies de los discípulos como un acto de humildad y servicio, estableciendo así un ejemplo que debemos amar y servir el uno al otro mutuamente en la humildad (Juan 13:3-17). Algunas iglesias cristianas observan una ceremonia del lavado de los pies el Jueves Santo para conmemorar a Jesús lavando los pies de los discípulos.

La palabra inglesa "Maundy" se deriva de la palabra latina para "mandato." El “Maundy” en el Jueves Santo se refiere al mandato que dio Jesús a sus discípulos en la Última Cena, que deben amar y servir el uno al otro. ¿Debemos observar el Jueves Santo? La Biblia no lo ordena ni lo excluye. Es una buena cosa recordar la Última Cena y el sacrificio de Jesús en nuestro favor. Es una buena cosa recordar el ejemplo de la humildad del Señor. Sin embargo, al mismo tiempo, debemos evitar las observancias rituales de días festivos a menos que estén realmente enfocados en Dios y nuestra relación con él.

¿DOMINGO DE RAMOS?

El Domingo de Ramos es el día en que recordamos la "entrada triunfal" de Jesús en Jerusalén, exactamente una semana antes de su resurrección (Mateo 21:1-11). Algunos 450-500 años antes, el profeta Zacarías había profetizado: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna."(Zacarías 9:9). Mateo 21:7-9 registra el cumplimiento de esta profecía: “y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” Este evento tuvo lugar el domingo antes de la crucifixión de Jesús.

En recuerdo de este evento, celebramos el Domingo de Ramos. Es conocido como el Domingo de Ramos, debido a las ramas de palma que fueron puestas en el camino cuando Jesús entró en Jerusalén, montado sobre el asno. El Domingo de Ramos fue el cumplimiento de la profecía de los “setenta sietes“ del profeta Daniel: “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos."(Daniel 9:25). Juan 1:11 nos dice: "A lo suyo vino [Jesús], y los suyos no le recibieron." Las mismas multitudes que gritaban: “¡Hosanna!” gritaban "¡Sea crucificado!" cinco días más tarde (Mateo 27:22-23).

¿QUE ES LA SEMANA DE LA PASION /SEMANA SANTA?

La Semana de la Pasión (también conocida como la Semana Santa) es el tiempo desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua (el Domingo de Resurrección). La Semana de la Pasión se llama así debido a la pasión con la que Jesús voluntariamente fue a la cruz para pagar por los pecados de su pueblo. La Semana de la Pasión se describe en los capítulos 21-27 de Mateo, los capítulos 11-15 de Marcos, los capítulos 19-23 de Lucas, y los capítulos 12-19 Juan. La Semana Santa comienza con la entrada triunfal del Domingo de Ramos cabalgando sobre un asno como fue profetizado en Zacarías 9:9.

La Semana de la Pasión incluye varios eventos memorables. Jesús purificó el templo por segunda vez (Lucas 19:45-46), y disputó con los fariseos en cuanto a Su autoridad. Luego, Jesús entregó su Discurso de los Olivos sobre los últimos tiempos y enseñó muchas cosas, incluyendo las señales de Su segunda venida. Jesús comió la Última Cena con sus discípulos en el aposento alto (Lucas 22:7-38), y luego se fue al huerto de Getsemaní para orar mientras esperaba la llegada de Su Hora. Fue aquí que Jesús, después de haber sido traicionado por Judas, fue arrestado y sometido a varios juicios farsas ante los principales sacerdotes, Poncio Pilato, y Herodes (Lucas 22:54-23:25).

Tras de los juicios, Jesús fue azotado a manos de los soldados romanos, y luego, se vio obligado a llevar su propio instrumento de ejecución (la Cruz) a través de las calles de Jerusalén a lo largo de lo que se conoce como la Vía Dolorosa (el camino de los dolores). Jesús fue crucificado en el Gólgota el día antes del día de reposo, fue sepultado y permaneció en la tumba hasta el domingo, el día después del día de reposo, y luego resucitó gloriosamente.

Es conocida como la Semana de la Pasión (Semana Santa) porque en ese tiempo, Jesucristo verdaderamente reveló Su pasión por nosotros en lo que sufrió voluntariamente en nuestro lugar. ¿Cuál debe ser nuestra actitud durante la Semana Santa? ¡Debemos ser apasionados de nuestra adoración de Jesús y en nuestra proclamación de su Evangelio!

miércoles, 7 de abril de 2010

¿CUARESMA?

La Cuaresma es un período de ayuno y arrepentimiento, tradicionalmente observado por los católicos y algunas denominaciones protestantes en la preparación para la Pascua. La longitud del ayuno cuaresmal se estableció en el siglo 4 hasta 40 días. Durante este tiempo, los participantes comen con moderación o simplemente renuncian a un determinado alimento o hábito. El Miércoles de Ceniza y la Cuaresma se iniciaron como una manera para que los católicos se acordaran de arrepentirse de sus pecados en una forma similar a cómo las personas en el Antiguo Testamento se arrepintieron en cilicio, cenizas, y ayuno (Ester 4:1-3; Jeremías 6:26; Daniel 9:3; Mateo 11:21).

Sin embargo, a lo largo de los siglos se ha desarrollado mucho más su valor "sacramental". Muchos católicos entienden el renunciar a algo para la Cuaresma como una forma de ganar la bendición de Dios. La Biblia no enseña que tales actos tienen ningún mérito con Dios en términos de la salvación (Isaías 64:6). De hecho, el Nuevo Testamento nos enseña que nuestros actos de ayuno y arrepentimiento se deben hacer de una manera que no llama la atención a nosotros mismos: "Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público."(Mateo 6:16-18).

El ayuno es una buena cosa cuando se hace con una perspectiva bíblica. Es bueno y agradable a Dios cuando renunciamos hábitos y prácticas pecaminosos. No hay absolutamente nada de malo en dejar de lado un tiempo en que nos centramos en la muerte y resurrección de Jesús. Sin embargo, estas prácticas son las cosas que deberíamos hacer todos los días del año, no sólo los 40 días desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Pascua. Si un cristiano desea observar la Cuaresma, somos libres para hacerlo. La clave está en enfocar el tiempo en arrepentirnos de nuestros pecados y consagrarnos a Dios, no en tratar de ganarnos el favor de Dios o aumentar su amor por nosotros.

miércoles, 31 de marzo de 2010

MUERTE Y RESURECCION


1ª Pedro 3:18-19 declara, “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados.”

La frase, “en Espíritu”, en el versículo 18 tiene exactamente la misma estructura de la frase, “en la carne”. De manera que, parece mejor relacionar la palabra “espíritu” a la misma esfera de la palabra “carne”. La carne y el espíritu son la carne y el espíritu de Cristo. Las palabras “pero vivificado en espíritu”, apuntan al hecho de que al llevar Cristo el pecado y la muerte, produjo la separación de Su espíritu humano, del Padre (Mateo 27:46). El contraste es entre la carne y el espíritu, como Mateo 27:41 y Romanos 1:3-4, y no entre la carne de Cristo y el Espíritu Santo. Cuando se completó la expiación de Cristo por el pecado, Su espíritu reanudó el compañerismo que había sido quebrantado.

Primera de Pedro 3:18-22 describe un vínculo necesario entre el sufrimiento de Cristo (versículo 18) y Su glorificación (versículo 22). Solamente Pedro da información específica acerca de lo que sucedió entre estos dos eventos. La palabra “predicó” en el versículo 19 no es la palabra usual para describir la predicación del evangelio en el Nuevo Testamento. Ésta literalmente significa anunciar un mensaje. Jesús sufrió y murió en la cruz, Su cuerpo fue llevado a la muerte, y Su espíritu murió cuando fue hecho pecado. Pero Su espíritu fue vivificado y lo rindió al Padre. De acuerdo con Pedro, en algún momento entre Su muerte y Su resurrección, Jesús hizo una proclamación especial a “los espíritus encarcelados”.

Para comenzar, Pedro se refería a la gente como “personas” y no “espíritus” (3:20). En el Nuevo Testamento, la palabra “espíritus” es utilizada para describir ángeles o demonios, no seres humanos; y el versículo 22 parece corroborar este significado. Además, en ningún lugar de la Biblia se nos dice que Jesús visitó el infierno. Hechos 2:31 dice que El fue al “Hades” (Versión Reina Valera), pero el “Hades” no es el infierno. En el original del griego, la palabra “Hades” se refiere a la esfera de la muerte, un lugar temporal en donde ellos esperan la resurrección. Apocalipsis 20:11-15 en las versiones de habla inglesa NASB y la Nueva Versión Internacional, dan una clara distinción entre las dos. El infierno es el lugar permanente y final de juicio para los perdidos. El Hades es un lugar temporal.

Nuestro Señor rindió Su espíritu al Padre, murió, y en algún momento entre la muerte y la resurrección, visitó la esfera de la muerte en donde pronunció un mensaje a los seres espirituales (probablemente ángeles caídos; vea Judas 6) quienes fueron de alguna manera relacionados al período anterior al diluvio en el tiempo de Noé. El versículo 20 pone esto en claro. Pedro no nos dijo lo que proclamó a estos espíritus encarcelados, pero este no podía ser un mensaje de redención, debido a que los ángeles no pueden ser salvos (Hebreos 2:16). Fue probablemente una declaración de victoria sobre Satanás y sus huestes (1ª Pedro 3:22; Colosenses 2:15). Efesios 4:8-10 también parece indicar que Cristo fue al “paraíso” (Lucas 16:20; 23:43) y llevó al cielo a todos aquellos que han creído en El previo a Su muerte. Este pasaje no da una gran cantidad de detalle acerca de lo que ocurrió, pero la mayoría de los estudiosos de la Biblia concuerdan en que eso es lo que quieren decir con “llevó cautiva la cautividad.”

Todo eso para decir que la Biblia no es enteramente clara acerca de lo que Dios hizo exactamente, los tres días entre Su muerte y resurrección. Parece, no obstante, que El estaba predicando victoria sobre los ángeles caídos y/o no creyentes. Lo que podemos saber con seguridad es que Jesús no estaba dando a la gente una segunda oportunidad para la salvación. La Biblia nos dice que nosotros nos vamos a enfrentar al juicio después de la muerte (Hebreos 9:27), no a una segunda oportunidad. En realidad, no hay una respuesta clara definitiva para lo que Jesús estaba haciendo en el tiempo entre Su muerte y resurrección. Talvez este es uno de los misterios que vamos a entender cuando alcancemos la gloria.

viernes, 26 de marzo de 2010

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lunes, 22 de marzo de 2010

¿Existe DIOS? ¿Hay evidencia de la existencia de DIOS?


¿Existe Dios? Encuentro interesante que se de tanta atención a este debate. Las últimas encuestas nos dicen que sobre el 90% de la gente en el mundo de hoy, cree en la existencia de Dios o en algún poder más alto. Sin embargo, de algún modo, la responsabilidad se coloca sobre aquellos quienes creen que Dios existe, para de alguna manera probar que El en realidad existe. Yo personalmente pienso que la responsabilidad está sobre los que no creen.

Sin embargo, la existencia de Dios no puede ser probada o desmentida. Aún la Biblia dice que deberíamos aceptar por fe, el hecho de que Dios existe, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). Si Dios lo deseara así, simplemente podría aparecer, y probar a todo el mundo que El existe. Pero si lo hiciera, no habría necesidad de fe. “Jesús le dijo: porque me has visto, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29).

Sin embargo, eso no significa que no hay evidencia de la existencia de Dios. La Biblia declara, “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Salmos 19:1-4). Al mirar las estrellas, al entender la inmensidad del universo, al observar las maravillas de la naturaleza, al ver la belleza de la puesta del sol – vemos que todas ellas apuntan hacia un Creador, Dios. Si esto no fuera suficiente, también hay evidencia de Dios en nuestros propios corazones. Eclesiastés 3:11 nos dice, “…y ha puesto eternidad en el corazón de los hombres…” Hay algo en lo profundo de nuestro ser, que reconoce que hay algo más allá de esta vida y alguien más allá de este mundo.

Intelectualmente podemos negar este conocimiento, pero la presencia de Dios en nosotros y a través de nosotros, todavía está ahí. A pesar de todo esto, la Biblia nos advierte que todavía hay algunos que niegan la existencia de Dios, “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmos 14:1). Debido a que sobre el 98% de la gente a través de la historia, en todas las culturas, en todas las civilizaciones, en todos los continentes, creen en la existencia de algún tipo de Dios – debe haber algo (o alguien) que causa esta creencia.

Además de los argumentos bíblicos para la existencia de Dios, hay argumentos lógicos. Primero, tenemos el argumento ontológico. La forma más popular del argumento ontológico, usa básicamente el concepto de Dios para probar Su existencia. Este comienza con la definición de Dios como “Ese del cual no puede ser concebido uno más grande”. Entonces se sostiene que existir es mayor que no existir, y por tanto el mayor ser concebible debe existir. Si Dios no existió, entonces Dios no sería el mayor ser concebible – pero eso iría a contradecir la definición misma de Dios. El segundo es el argumento teológico. El argumento teológico dice que desde que el universo despliega tal maravilloso diseño, debe haber habido un diseñador Divino. Por ejemplo, aún si la tierra estuviera unos pocos cientos de millas más cerca o más lejos del sol, no sería capaz de mantener mucha de la vida que en la actualidad lo hace. Si los elementos en nuestra atmósfera fueran diferentes aún en un pequeño porcentaje, cada cosa viviente sobre la tierra moriría. Las probabilidades de una simple molécula de proteína formada por casualidad es 1 en 10 elevado a la potencia 243 (es decir, 10 seguido de 243 ceros). Una simple célula consta de millones de moléculas de proteína.

Un tercer argumento lógico para la existencia de Dios es el denominado argumento cosmológico. Cada efecto debe tener una causa. Este universo y todo lo que en el hay es un efecto. Debe haber algo que causó que todo existiera. A la larga, debe haber algo “sin-razón” a fin de provocar que todo lo demás exista. Esa “sin-razón” es Dios. Un cuarto argumento es conocido como el argumento moral. Cada cultura a través de la historia ha tenido alguna forma de ley. Todos tienen un sentido de lo correcto y lo erróneo. El asesinato, la mentira, el robo, y la inmoralidad son rechazados casi universalmente. ¿De dónde vino ese sentido de lo correcto y lo erróneo, sino de un Dios santo?

A pesar de todo esto, la Biblia nos dice que la gente va a rechazar el conocimiento claro e innegable de Dios, y en lugar de ello, creer una mentira. Romanos 1:25 declara, “Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” La Biblia también proclama que la gente no tiene excusa para no creer en Dios, “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20).

La gente demanda no creer en Dios porque “no es científico” o “porque no hay pruebas”. La razón verdadera es que una vez que la gente admite que hay un Dios, también deben darse cuenta de que son responsables hacia Dios y que están necesitados de Su perdón (Romanos 3:23; 8:23). Si Dios existe, entonces somos responsables por nuestras acciones hacia El. Si Dios no existe, entonces podemos hacer lo que queramos sin tener que preocuparnos porque Dios nos juzgue. Creo que esa es la razón por la que muchos en esta sociedad, están tan fuertemente aferrados a la evolución – para dar a la gente una alternativa de creer en un Dios Creador. Dios existe y a la larga todo el mundo sabe que El existe. El hecho mismo de que algunos intenten tan agresivamente refutar Su existencia es de hecho un argumento para Su existencia.

Permítame dar un último argumento para la existencia de Dios. ¿Cómo sé que existe Dios? Yo sé que Dios existe porque hablo con El todos los días. No lo escucho hablándome con voz audible, pero siento Su presencia, siento Su guía, conozco Su amor, deseo Su gracia. Han ocurrido cosas en mi vida que no tienen otra explicación posible sino Dios. Dios me ha salvado tan milagrosamente y ha cambiado mi vida que no puedo sino reconocer y alabar Su existencia. Ninguno de estos argumentos en sí, pueden persuadir a alguien que rehúsa reconocer lo que es tan claro. Al final, la existencia de Dios debe ser aceptada por fe (Hebreos 11:6). La fe en Dios no es un salto ciego a la oscuridad, este es un paso seguro a una habitación bien iluminada en donde ya se encuentra el 90% de la gente.

jueves, 18 de marzo de 2010

CONEJOS

Esta es la historia de 2 conejos, uno enorme como un canguro, y otro pequeño como una ardilla.



El conejo chiquitito, se subió de un salto encima de la cabeza del conejo grande. Agarrándose fuertemente a sus extraordinarias orejas y asegurándose de que éste le oiría preguntó: ¿Sabes cuánto te quiero?, el diminuto conejito abrió sus cortitos brazos de izquierda a derecha todo lo que pudo... así de grande, dijo.



El conejo grande se quedo pensando un momentito, extendió sus largos brazos de derecha a izquierda todo lo que pudo... así de grande te quiero yo a ti, dijo. Rápidamente el minúsculo conejo, estiró sus cortos bracitos y todo su cuerpo hacia el cielo... así de alto, exclamó. El conejo grande estiró su gran cuerpo y sus interminables brazos, que casi rozaban las estrellas, y dijo: Así de excelso es mi amor por ti...



Pasaron muchas cosas como éstas, pero el conejo grande siempre ganaba. El día tocaba su fin, y el conejito estaba muy cansado, tan cansado que ya casi no podía mantener sus pequeños ojitos abiertos, el conejo grande le tomó en sus brazos y le dio un beso de buenas noches. Dos segundos antes de quedarse dormido dijo: ¿Sabes cuánto te quiero?, y mirando con sus ojitos entreabiertos el firmamento... hasta la luna, y se quedó dormido, pero entre sueños oyó al conejo grande decirle muy bajito en su orejita: Hasta la luna y volver, hasta la luna y volver, eso es lo que nos queremos."

sábado, 13 de marzo de 2010

¿PUEDE UN CRISTIANO SER POSEIDO POR DEMONIOS


La Biblia no establece explícitamente si un cristiano puede o no ser poseído por un demonio. Sin embargo, puesto que un cristiano es habitado por Espíritu Santo (Romanos 8:9-11; 1 Corintios 3:16; 6:19), parecería improbable que el Espíritu Santo permitiera que un demonio poseyera a la misma persona en la que Él habita. Definitivamente reconocemos que este es un punto controversial. Sin embargo, sostenemos fuertemente la creencia de que un cristiano no puede ser poseído por un demonio. Creemos que hay una gran diferencia entre ser poseído por un demonio, y ser oprimido / influenciado por un demonio. La posesión demoníaca involucra a un demonio teniendo el control directo sobre los pensamientos y/o acciones de una persona (Lucas 4:33-35; 8:27-33; Mateo 17:14-18). La opresión / influencia demoníaca implica que un demonio o demonios atacan a una persona espiritualmente, animándola a una conducta pecaminosa (1 Pedro 5:8-9; Santiago 4:7). Notarán que en todos los pasajes del Nuevo Testamento que tratan con la guerra espiritual, nunca se nos dice que sacaran demonios de un creyente (Efesios 6:10-18). Se nos dice que resistamos al diablo (1 Pedro 5:8-9; Santiago 4:7), no que lo saquemos.

Es impensable para mí que Dios permitiera que a uno de Sus hijos, a quien ÉL compró con la sangre de Cristo (1 Pedro 1:18-19) y lo hizo una nueva criatura (2 Corintios 5:17) – sea poseído y controlado por un demonio. Si, como creyentes libramos batallas con Satanás y sus demonios, pero de dentro de nosotros. 1 Juan 4:4 declara, “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” ¿Quién es EL que está en nosotros? El Espíritu Santo. ¿Quién es el que está en el mundo? Satanás y sus demonios.

miércoles, 10 de marzo de 2010

ES REALMENTE LA BIBLIA LA PALABRA DE DIOS


Nuestra respuesta a esta pregunta no solamente determina cómo consideramos a la Biblia y su importancia en nuestras vidas, sino que también ésta, a la larga, va a tener un impacto eterno sobre nosotros. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces nosotros deberíamos apreciarla, estudiarla, obedecerla y finalmente confiar en ella. Si la Biblia es la Palabra de Dios, entonces, rechazarla es rechazar a Dios mismo.

El hecho de que Dios nos dio la Biblia, es una evidencia e ilustración de Su amor por nosotros. El término “revelación” simplemente significa que Dios comunicó a la humanidad cómo es El y cómo podemos tener una correcta relación con El. Estas son cosas que no podríamos haber conocido si Dios divinamente, no nos lo hubiera revelado por medio de la Biblia. Aunque la revelación de Dios mismo en la Biblia fue dada progresivamente por sobre los 1500 años aproximadamente, siempre ha contenido cualquier cosa que el hombre ha necesitado para conocer acerca de Dios, a fin de tener una correcta relación con El. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces esta es la última autoridad para todos los asuntos de fe, práctica religiosa y moral.

La pregunta que debemos hacernos es, ¿cómo podemos saber que la Biblia es la Palabra de Dios y no solamente un buen libro? ¿Qué es excepcional acerca de la Biblia que se destaca de todos los otros libros religiosos alguna vez escritos? ¿Hay alguna evidencia de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios? Este es el tipo de preguntas que deben ser consideradas si vamos a examinar seriamente la demanda bíblica de que la Biblia es la Palabra misma de Dios, divinamente inspirada, y totalmente suficiente para todos estos asuntos de fe y práctica.

No puede haber duda acerca del hecho de que la Biblia demanda ser la Palabra misma de Dios. Esto se lo ve claramente en versículos como 2ª de Timoteo 3:15-17, el cual dice, “…y que desde las niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

A fin de contestar estas preguntas, debemos mirar tanto a las evidencias internas, como a las externas, que muestran que la Biblia en realidad es la Palabra de Dios. Las evidencias internas son aquellas cosas internas de la Biblia misma, que testifican de su origen divino. Una de las primeras evidencias internas, de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, se la ve en su unidad. Aún cuando en realidad son sesenta y seis libros individuales, escritos en tres continentes, en tres diferentes idiomas, en un período aproximado de sobre los 1,500 años, por más de 40 autores (que vinieron de muchos caminos diversos), la Biblia permanece como un libro unificado de principio a fin, sin contradicción. Esta unidad es única a diferencia de los otros libros, y es una evidencia del origen divino de las palabras, mientras Dios movió a los hombres de tal manera, que registraron Sus palabras mismas.

Otra de las evidencias internas que indican que la Biblia es realmente la Palabra de Dios se la ve en las profecías detalladas, contenidas en el interior de sus páginas. La Biblia contiene cientos de profecías detalladas, referentes al futuro de naciones particulares incluyendo Israel, al futuro de ciertas ciudades, al futuro de la humanidad, y a la venida de Uno que sería el Mesías, el Salvador de no solamente Israel, sino de todo el que creyera en El. A diferencia de las profecías encontradas en otros libros religiosos o aquellas dadas por Nostradamus, las profecías bíblicas son extremadamente detalladas y nunca han dejado de hacerse realidad. Sólo en el Antiguo Testamento, hay sobre trescientas profecías referentes a Jesucristo. No solamente que fue profetizado dónde nacería y de qué familia vendría, sino también cómo moriría y que resucitaría al tercer día. Simplemente no hay un camino lógico para explicar las profecías cumplidas en la Biblia sino por origen divino. No hay otro libro religioso con el alcance o tipo de profecía de predicción que tiene la Biblia.

Una tercera evidencia interna del origen divino de la Biblia se ve en su autoridad y poder únicos. Mientras esta evidencia es más subjetiva que las dos primeras evidencias internas, ésta no es un testimonio menos poderoso del origen divino de la Biblia. A diferencia de cualquier otro libro alguna vez escrito, la Biblia tiene una autoridad única. Esta autoridad y poder son mejor vistos de manera que innumerables vidas han sido transformadas al leer la Biblia. Los adictos a las drogas han sido curados gracias a ella, homosexuales han sido liberados por ella, abandonados y haraganes han sido transformados por ella, criminales empedernidos, reformados por ella, pecadores son reprendidos por ella, y el odio se ha convertido en amor al leerla. La Biblia posee un poder dinámico y transformador que es posible solamente a causa de la verdadera Palabra de Dios.

Además de la evidencia interna de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, también hay evidencias externas que indican que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios. Una de aquellas evidencias es la historicidad de la Biblia. Ya que la Biblia detalla eventos históricos, su veracidad y precisión son sujetos de verificación como cualquier otra documentación histórica. A través de evidencias arqueológicas y otros documentos escritos, las descripciones históricas de la Biblia han sido probadas una y otra vez, para que sea exacta y verdadera. De hecho, toda la evidencia arqueológica y manuscrita que apoyan a la Biblia, hacen de esta el mejor libro documentado del mundo antiguo. El hecho de que la Biblia registra con exactitud y verdad eventos históricamente verificables, es una gran indicación de su veracidad al tratar con temas religiosos y doctrinas, y ayuda a corroborar su demanda de que ésta es, la Palabra de Dios misma.

Otra evidencia externa de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios es la integridad de los autores humanos. Como mencioné antes, Dios usó al hombre desde muchos caminos diversos para registrar Sus Palabras para nosotros. Al estudiar las vidas de estos hombres, no hay una buena razón para creer que ellos no fueron hombres honestos y sinceros. Al examinar sus vidas y el hecho de que estuvieron dispuestos a morir (a menudo muertes atroces) por lo que creían, rápidamente se vuelve claro que estos hombres ordinarios, no obstante honestos, realmente creyeron que Dios les había hablado. Los hombres que escribieron el Nuevo Testamento y muchos otros cientos de creyentes (1ª Corintios 15:6) conocían la verdad de su mensaje porque habían visto y pasado tiempo con Jesucristo luego de que resucitó de los muertos. La transformación de ver al Cristo resucitado tuvo un impacto tremendo sobre estos hombres. Ellos pasaron de esconderse por el temor, a estar dispuestos a morir por el mensaje que Dios les había revelado. Sus vidas y muertes testifican el hecho de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios.

Una evidencia externa final de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios es la indestructibilidad de la Biblia. A causa de su importancia y su demanda de ser la Palabra misma de Dios, la Biblia ha sufrido más ataques agresivos e intentos de destruirla que cualquier otro libro en la historia. Desde los Emperadores Romanos de la antigüedad como Diocleciano, a través de los dictadores comunistas y los ateos y agnósticos de los días modernos, la Biblia ha resistido y sobrevivido a todos sus agresores, y todavía es el libro más ampliamente publicado en el mundo hoy.

A través del tiempo, los escépticos han considerado a la Biblia como mitológica, pero la arqueología la ha establecido como histórica. Los oponentes han atacado su enseñanza como primitiva y anticuada, pero sus conceptos morales y legales, y enseñanzas, han tenido una influencia positiva en sociedades y culturas en todo el mundo. Continúa siendo atacada por la ciencia, la psicología y los movimientos políticos, no obstante permanece tan veraz y relevante hoy, al igual que desde cuando fue escrita. Este es un libro que ha transformado innumerables vidas y culturas a través de los últimos dos mil años. Por mucho que sus oponentes traten de atacar, destruir o desacreditarla, la Biblia permanece tan fuerte, tan real, y tan relevante como lo fue antes, aún después de los ataques. La precisión con la que ha sido preservada a pesar de cada intento de alterarla, atacarla o destruirla, es un claro testimonio del hecho de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios. No debería sorprendernos que por muy atacada que sea la Biblia, ésta siempre aparece igual y ha salido ilesa. Después de todo, Jesús dijo, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Marcos 13:31). Después de mirar la evidencia, uno puede decir sin duda que “Sí, la Biblia es realmente la Palabra de Dios.”

sábado, 6 de marzo de 2010

TRES CONDUCTORES Y EL AUTOBUS ESCOLAR


Al superintendente de educación del condado le hacía falta emplear un conductor de autobús escolar, y tenía tres aplicaciones para la vacante. Para seleccionar el hombre más capacitado ideó la siguiente prueba:

* Llevó al primer candidato por cierto camino a un lugar donde había una curva cerrada en una subida fuerte, y le preguntó: “¿Qué tan pegada puede usted acercar el autobús a la orilla del camino en esta curva sin precipitarse, con todo y niños, por el precipicio”? El conductor echó un vistazo, replicando: “Creo que hasta seis centímetros de la orilla, sin arriesgar la seguridad” .
* Al segundo candidato para el trabajo se le planteó la misma situación. Examinó la curva y dijo al oficial del condado: “Creo que puedo llevar el autobús hasta dos centímetros de la orilla, sin caer sobre el precipicio” .
* El superintendente llevó al tercer candidato al mismo escenario, haciéndole la misma proposición. De inmediato, este respondió: “¿Me tiene por loco? A mi no me preocupa qué tan cerca pueda llevar el autobús a la orilla. Más bien, trataré de alejarme lo más posible de la línea de peligro” . Este fue contratado.

Para el cristiano, hay una “línea de peligro” entre la iglesia y el mundo. “Iglesia” identifica a los que han sido llamados fuera del reino de pecado. El apóstol Juan dijo: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” ( 1 Juan 2:15 ). Quien procura permanecer pegado lo más posible al mundo de pecado mientras sigue a Cristo, tiene una actitud mala. Tal cual el tercer conductor, cada individuo debe mantenerse tan distante posible de la zona de peligro. El apóstol Pablo escribió: “Aborreced lo malo, seguid lo bueno” .

martes, 2 de marzo de 2010

ORAR POR EL HERMANO CAIDO


UN ATENTO INVITACION PARA LAS PERSONAS QUE VISITAN ESTA PAG PARA ORAR POR EL HERMANO CARLOS MARTINEZ Y SU PUEBLO CHILE QUE ESTA SIENDO DEVASTADO POR SISMOS GRACIAS ATTE JAVKEN


Pregunta: "¿Qué es el poder de la oración?"

Respuesta: La idea del poder inherente en la oración es muy popular. De acuerdo a la Biblia, el poder de la oración es, simplemente, el poder de Dios, quien escucha y responde a nuestras oraciones. Considere lo siguiente:

1) El Señor Dios Todopoderoso puede todo; no hay nada imposible para Él. (Lucas 1:37).

2) El Señor Dios Todopoderoso invita a su pueblo a hablarle en oración. La oración a Dios debe ser ofrecida persistentemente (Lucas 18:1), con acción de gracias (Filipenses 4:6), con fe (Santiago 1:5), dentro de la voluntad de Dios (Mateos 6:10), para la gloria de Dios (Juan 14:13-14), y con un corazón recto delante de Dios (Santiago 5:16).

3) El Señor Dios Todopoderoso escucha las oraciones de sus hijos. Él nos manda a orar, y nos promete escuchar cuando lo hacemos. “En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. (Salmo 18:6).

4) El Señor Dios Todopoderoso responde a las oraciones. “Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.” (Salmo 17:6). “Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias.” (Salmo 34:17).

Otra idea popular es que la cantidad de fe que tenemos determina si Dios contesta o no contesta nuestras oraciones. Sin embargo, el Señor responde a veces a las oraciones a pesar de nuestra falta de fe. En Hechos 12, la Iglesia ora por la liberación de Pedro de la cárcel (v. 5), y Dios contesta su oración (v. 7-11). Pedro se acerca al lugar de la reunión de oración y toca la puerta, pero al principio, los que están orando rehúsan creer que es Pedro en verdad. Ellos oraron por su libertad, pero fallaron esperar una respuesta a sus oraciones.

El poder de la oración no fluye de nosotros—no son las palabras especiales que decimos o la manera especial de expresarlas, ni siquiera la frecuencia de ofrecerlas. El poder de la oración no se basa en la dirección hacia la cual nos inclinamos o en cierta postura del cuerpo. El poder de la oración no proviene del uso de artefactos o iconos o velas o prendas. El poder de la oración se basa en Quien escucha y contesta nuestra oración. La oración nos pone en contacto con el Dios Todopoderoso, y debemos esperar poderosos resultados, si Él escoge conceder nuestras peticiones o no, si deniega nuestra solicitud, o nos pide que esperemos en Él. Cualquiera que sea la respuesta a nuestras oraciones, el Dios a quien oramos es la fuente de todo poder, y Él puede respondernos y lo hará, de acuerdo a su voluntad y horario perfecto.

CAMINO ERRONEO



¿Cuál es la mejor manera de evangelizar a alguien que está en una secta o en una falsa religión?

La cosa más importante que podemos hacer por aquellos que están involucrados en sectas o religiones falsas es orar por ellos. Necesitamos orar por que Dios cambie sus corazones y abra sus ojos (2 Corintios 4:4). Necesitamos orar por que Dios los convenza de su necesidad de ser salvados a través de Jesucristo (Juan 3:16). Sin el poder de Dios y la convicción del Espíritu Santo, nunca tendremos éxito en convencer a nadie de la verdad (Juan 16:7-11).

También necesitamos estar viviendo una verdadera vida cristiana frente a ellos, para que puedan ver los cambios que Dios ha hecho en nuestras vidas (1 Pedro 3:1-2). Necesitamos orar para obtener la sabiduría de cómo poder ministrarles a ellos de una manera poderosa (Santiago 1:5). Después de todo esto, debemos estar dispuestos y determinados a compartir el Evangelio. Debemos proclamar el mensaje de salvación a través de Jesucristo (Romanos 10:9-10). Siempre debemos estar preparados para defender nuestra fe (1 Pedro 3:15), pero debemos hacerlo con gentileza y respeto. Una vez tuve un encuentro con algunos miembros de una secta, y un amigo que estaba conmigo les proclamaba la verdad, pero no lo hacía con gentileza ni respeto. De hecho los de la secta parecían “mucho más cristianos” en su actitud y comportamiento que mi amigo. Pudimos haber ganado la batalla por la verdad, pero perdimos la guerra por las almas de aquellos que buscábamos alcanzar.

Por ultimo, debemos dejar a Dios la salvación de aquellos a quienes testificamos. Es el poder y la gracia de Dios lo que salva a la gente, no nuestros esfuerzos. Mientras que es bueno y sabio estar preparados para presentar una vigorosa defensa y tener conocimiento de las falsas creencias de quienes enfrentamos – ninguna de estas cosas resultaran en la conversión de aquellos atrapados en las mentiras de las sectas y las falsas religiones. Lo más y mejor que podemos hacer es orar por ellos, testificarles, y vivir la vida cristiana frente a ellos – confiando en que el Espíritu Santo hará el trabajo de atraerlos, convencerlos y convertirlos.

lunes, 1 de marzo de 2010

COMO PUEDO RECONOCER A UN FALSO MAESTRO O UN FALSO PROFETA



SOLO RECUERDEN UNA COSA UN PROFETA NO SE LA PASA ADIVINANDO SI ADIVINAR SE TRATA MEJOR VOY CON LA QUE LEE LA MANO EN LA EXPO JAJAJAJA
ATTE JAVIER

Jesús nos advirtió que vendrían “falsos Cristos y falsos profetas” e intentarían engañar aún a los elegidos (Mateo 24:23-27; ver también 2 Pedro 3:3 y Judas 17-18). La mejor defensa que puedes tener contra la falsedad y los falsos maestros es – conocer la verdad. Para descubrir lo falso, estudia lo verdadero. Cualquier creyente “… que usa bien la palabra de verdad:” (2 Timoteo 2:15), y que hace un cuidadoso estudio de la Biblia, puede identificar la falsa doctrina. Por ejemplo, un creyente que ha leído las actividades del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en Mateo 3:16-17 cuestionará inmediatamente cualquier doctrina que niegue la Trinidad. Por lo tanto, el “paso uno” es estudiar la Biblia y juzgar toda enseñanza bajo la luz de lo que dice la Escritura.

Jesús dijo que “… por el fruto se conoce el árbol” (Mateo 12:33). Cuando buscamos el “fruto”, estas son tres pruebas específicas para aplicar a cualquier maestro y determinar la veracidad de sus enseñanzas:

1) ¿Qué dice este maestro acerca de Jesús? En Mateo 16:15-17, Jesús pregunta, ¿…quién decís que soy yo? Pedro respondió, “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Y por ello Pedro es llamado “bienaventurado”. En 2 Juan 9 leemos, “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.” En otras palabras, Jesucristo y Su obra de redención son de máxima importancia; cuídate de cualquiera que niegue que Jesús es igual a Dios, y que subestime la muerte sustitutiva de Jesús, o rechace la humanidad de Jesús. 1 Juan 2:22 dice, “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.”

2) ¿ Este maestro predica el Evangelio? El Evangelio es definido como las buenas nuevas concernientes a la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, de acuerdo a las Escrituras (1 Corintios 15:1-4). Aunque suenen muy agradable las declaraciones de “Dios te ama”, “Dios quiere que alimentemos a los hambrientos”, y “Dios quiere que seas próspero” ese NO es el mensaje completo del Evangelio de Cristo. Como Pablo advierte en Gálatas 1:7, “… hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.” Nadie, ni siquiera un gran predicador, tiene el derecho de cambiar el mensaje que Dios nos dio. “… Si algunos predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” (Gálatas 1:9)

3) ¿Este maestro demuestra cualidades de carácter que glorifican al Señor? Hablando de falsos maestros, Judas 11 dice, “¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.” En otras palabras, un falso maestro puede ser conocido por su orgullo (el rechazo de Caín al plan de Dios), codicia (la profecía e Balaam por dinero), y rebelión (la autopromoción de Coré sobre la autoridad Moisés)

Para un estudio más profundo, revisa aquellos libros de la Biblia que fueron escritos específicamente para combatir las falsas enseñanzas dentro de la iglesia: Gálatas, 2 Pedro, 2 Juan y Judas. Con frecuencia es difícil detectar un falso maestro o un falso profeta. Eso es a lo que se refiere la frase de un “lobo con piel de oveja”. Satanás y sus demonios se disfrazan como “ángeles de luz” (2 Corintios 11:14), y “…sus ministros se disfrazan como ministros de justicia;…” (2 Corintios 11:15) Solamente estando totalmente familiarizados con la verdad, estaremos en condiciones de reconocer una falsificación.

sábado, 27 de febrero de 2010

¿SON LOS DEMONIOS ANGELES CAIDOS ?




¿Cuándo exactamente creó Dios a los ángeles?, está abierto al debate, pero lo que si se sabe con seguridad, es que todo lo que Dios creó era bueno, porque Dios, en Su santidad, no puede crear algo pecaminoso. Así que cuando Satanás, quien alguna vez fue el ángel Lucifer, se rebeló contra Dios cayó del cielo (Isaías 14; Ezequiel 28), un tercio de las huestes angélicas se sumaron a esta insurrección (Apocalipsis 12:3-4,9). No hay duda de que estos ángeles caídos ahora son conocidos como demonios.

Sabemos que el infierno estaba preparado para el diablo y sus ángeles, de acuerdo a Mateo 25:41: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” Al usar el posesivo “sus” Jesús deja en claro que estos ángeles pertenecen a Satanás. Apocalipsis 12:7-9 describe al final de los tiempos, una batalla angélica entre Miguel y “sus ángeles” y el diablo y “sus ángeles.” De este y textos similares queda claro que los demonios y los ángeles caídos son sinónimos.

Algunos rechazan la idea de que los demonios son los ángeles caídos debido al hecho de que Judas verso 6 declara que los ángeles que pecaron están “…los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas,…” Sin embargo, está claro que no todos los ángeles que pecaron están “guardados,” puesto que Satanás aún está libre (1 Pedro 5:8). ¿Por qué encarcelaría Dios al resto de los ángeles caídos, pero permitiría que el líder de la rebelión permaneciera libre? Parece que el verso de Judas 6, se refiere a Dios confinando a los ángeles que se rebelaron de una manera adicional, como el incidente de “los hijos de Dios” descrito en Génesis capítulo 6.

La explicación alternativa más común sobre el origen de los demonios, es que cuando los “nefilim” o “gigantes” de Génesis 6 fueron destruidos en el Diluvio, sus almas incorpóreas se convirtieron en demonios. Mientras que la Biblia no dice específicamente lo que sucedió con las almas de los nefilim cuando fueron muertos, es ilógico que Dios destruyera a los nefilim en el diluvio solo para permitir que sus almas causaran un daño aún mayor como demonios. La explicación bíblica más consistente para el origen de los demonios, es que ellos son ángeles caídos, los ángeles que se rebelaron con Satanás contra Dios.