VISION

LA IGLESIA PENTECOSTES VIDA ABUNDANTE EXISTE PARA EXALTAR AL SALVADOR Y EQUIPAR ALOS CREYENTES PARA LA OBRA DE DEL MINISTERIO.

MISION

MINISTERIOS VIDA ABUNDANTE
TIENE COMO PROPOSITO SUPLIR LAS NECESIDADES DE LAS PERSONAS ATRAVEZ DE :
1; EVANGELISMO 2; DISCIPULADO 3; GRUPOS PEQUEÑOS
4; COMPAÑERISMO 5; BENEVOLENCIA

VALORES

AMOR-FIDELIDAD-HUMILDAD-INTEGRIDAD-UNIDAD-CONFIANZA-RESPETO-TOLERANCIA-RESPONSABILIDAD

lunes, 17 de junio de 2013

¿Qué es la meditación cristiana?

No existen los pasajes bíblicos que usen la frase “meditación cristiana.” Ambas palabras “meditar” y “meditación” se encuentran aproximadamente dieciocho veces en el Antiguo Testamento. Hay dos palabras hebreas que son traducidas como “meditar,” y se encuentran en Génesis 24:63; Josué 1:8; Salmos 1:2, y otros. En el contexto de estos versos, a la palabra hebrea “hagah” se le asigna el significado de “examinar, considerar, imaginar, meditar, lamentar, hablar, estudiar, hablar, expresar, etc.” A la palabra hebrea “aiyach” se le adjudica aún otro significado, cuando es usada en el sentido de considerar, conversar con uno mismo, y por lo tanto en voz alta; para expresar o comunicar, quejas, declarar, meditar, orar, hablar (con Dios en oración), etc. La palabra “meditación” se encuentra en Salmo 5:1; 19:14, y otros. Un verso familiar en Salmo 19:14 dice, “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti…” Él pide que sus palabras y pensamientos sean consistentes. Las palabras de la boca son una farsa si no están sustentadas por la meditación del corazón. Contrario al pensamiento popular en algunos círculos, la meditación cristiana nada tiene que ver con ninguna práctica que involucre un misticismo oriental como su raíz o modelo. Tales prácticas incluyen lectio divina (lecturas divinas), meditación trascendental, y muchas formas de la llamada oración contemplativa. Éstas contienen en su núcleo una peligrosa premisa, de que podemos “escuchar la voz de Dios,” no a través de Su Palabra, sino a través de revelación extra-bíblica. Hay iglesias en la actualidad que están llenas de gente quienes creen que están escuchando una “palabra del Señor,” contradiciéndose con frecuencia unos a otros y causando interminables disputas y divisiones dentro del Cuerpo de Cristo. En ninguna parte de la Escritura se anima a los cristianos a buscar cualquier sabiduría más allá de la Biblia, la cual es “…inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17). Si la Biblia es suficiente para equiparnos totalmente para toda buena obra, ¿cómo podemos creer que necesitamos buscar una experiencia mística adicional a ésta? Para el cristiano, la meditación debe ser únicamente sobre la Palabra de Dios, y lo que ella revela acerca de Él. David encontró que esto es así, y describe al hombre que es “bendecido,” como aquel que “…en la ley de Jehová está su delicia, en su ley medita de día y de noche.” (Salmo 1:1-2, énfasis añadido). La verdadera meditación cristiana es un proceso activo del pensamiento (pensando, resolviendo), donde nos entregamos al estudio de la Palabra, orando sobre ello, y pidiéndole a Dios que nos dé el entendimiento por el Espíritu, Quien habita en el corazón de cada creyente, y Quien ha prometido guiarnos “a toda la verdad” (Juan 16:13). Entonces ponemos esta verdad en práctica, sometiéndonos a ello (las Escrituras) como la regla para nuestra vida y práctica, mientras practicamos nuestras actividades cotidianas. Esto ocasiona el crecimiento y la madurez espiritual en las cosas de Dios, al ser enseñados por el Espíritu Santo.

lunes, 11 de marzo de 2013

¿Qué es la iglesia?

Mucha gente en la actualidad entiende la iglesia como un edificio. Esta no es la definición bíblica de la iglesia. La palabra iglesia viene de la palabra griega “Ekklesia” que significa “una asamblea” o “una convocatoria.” La raíz del significado de la palabra “iglesia” no es un edificio, sino la gente. Es irónico que cuando le preguntas a la gente a cuál iglesia asisten, usualmente ellos dicen, Bautista, Metodista, u otra denominación. Muchas veces ellos se refieren a una denominación o un edificio. Romanos 16:5 dice, “Saludad también a la iglesia de su casa....” Pablo se refiere a la iglesia “en su casa,” - no a un edificio que alberga la iglesia, sino al cuerpo de creyentes. La iglesia es el cuerpo de Cristo. Efesios 1:22-23 dice, “Y sometió todas las cosas bajo Sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es Su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” El Cuerpo de Cristo está formado por todos los creyentes desde el tiempo de Pentecostés (Hechos 2) hasta el Arrebatamiento de la Iglesia. El Cuerpo de Cristo comprende dos aspectos: (1) La iglesia universal es la iglesia formada por todos los que tienen una relación personal con Jesucristo. 1 Corintios 12:13-14 dice, “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.” Aquí vemos que cualquiera que ha depositado su fe en Jesús es parte del Cuerpo de Cristo. La iglesia de Dios verdadera no es ningún edificio de iglesia o denominación. La iglesia universal de Dios la forman todos aquellos que han recibido la salvación a través de la fe en Jesucristo. (2) La iglesia local está descrita en Gálatas 1:1-2, “Pablo, apóstol... y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia:” Aquí vemos que en la provincia de Galacia había muchas iglesias – lo que llamamos una iglesia local. Una iglesia Bautista, Luterana, Metodista, etc., no es LA iglesia, como en la iglesia universal – sino más bien es una iglesia local. La iglesia universal la forman los que han confiado en Cristo para salvación. Estos miembros de la iglesia universal deben buscar compañerismo y edificación en una iglesia local. En resumen, la iglesia no es un edificio, o denominación. De acuerdo a la Biblia, la iglesia es el Cuerpo de Cristo – todos aquellos que han depositado su fe en Jesucristo para salvación (Juan 3:16; 1 Corintios 12:13). Hay miembros de la iglesia universal (el Cuerpo de Cristo) en las iglesias locales.