VISION

LA IGLESIA PENTECOSTES VIDA ABUNDANTE EXISTE PARA EXALTAR AL SALVADOR Y EQUIPAR ALOS CREYENTES PARA LA OBRA DE DEL MINISTERIO.

MISION

MINISTERIOS VIDA ABUNDANTE
TIENE COMO PROPOSITO SUPLIR LAS NECESIDADES DE LAS PERSONAS ATRAVEZ DE :
1; EVANGELISMO 2; DISCIPULADO 3; GRUPOS PEQUEÑOS
4; COMPAÑERISMO 5; BENEVOLENCIA

VALORES

AMOR-FIDELIDAD-HUMILDAD-INTEGRIDAD-UNIDAD-CONFIANZA-RESPETO-TOLERANCIA-RESPONSABILIDAD

martes, 27 de abril de 2010

¿PUEDE UN CRISTIANO SER POSEIDO POR DEMONIOS



PORQUE USTED LO PIDIO 1 VEZ MAS

La Biblia no establece explícitamente si un cristiano puede o no ser poseído por un demonio. Sin embargo, puesto que un cristiano es habitado por Espíritu Santo (Romanos 8:9-11; 1 Corintios 3:16; 6:19), parecería improbable que el Espíritu Santo permitiera que un demonio poseyera a la misma persona en la que Él habita. Definitivamente reconocemos que este es un punto controversial. Sin embargo, sostenemos fuertemente la creencia de que un cristiano no puede ser poseído por un demonio. Creemos que hay una gran diferencia entre ser poseído por un demonio, y ser oprimido / influenciado por un demonio. La posesión demoníaca involucra a un demonio teniendo el control directo sobre los pensamientos y/o acciones de una persona (Lucas 4:33-35; 8:27-33; Mateo 17:14-18). La opresión / influencia demoníaca implica que un demonio o demonios atacan a una persona espiritualmente, animándola a una conducta pecaminosa (1 Pedro 5:8-9; Santiago 4:7). Notarán que en todos los pasajes del Nuevo Testamento que tratan con la guerra espiritual, nunca se nos dice que sacaran demonios de un creyente (Efesios 6:10-18). Se nos dice que resistamos al diablo (1 Pedro 5:8-9; Santiago 4:7), no que lo saquemos.

Es impensable para mí que Dios permitiera que a uno de Sus hijos, a quien ÉL compró con la sangre de Cristo (1 Pedro 1:18-19) y lo hizo una nueva criatura (2 Corintios 5:17) – sea poseído y controlado por un demonio. Si, como creyentes libramos batallas con Satanás y sus demonios, pero de dentro de nosotros. 1 Juan 4:4 declara, “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” ¿Quién es EL que está en nosotros? El Espíritu Santo. ¿Quién es el que está en el mundo? Satanás y sus demonios.

¿ES EL CATOLICISMO UNA RELIGION FALSA? ¿Son salvos los católicos?


El problema más crucial con la Iglesia Católica Romana es la creencia de que la sola fe en Jesucristo no es suficiente para la salvación. La Biblia clara y consistentemente establece que el recibir a Jesucristo como Salvador, por gracia a través de la fe, garantiza la salvación ( Juan 1:12; 3:16, 18, 36; Hechos 16:31; Romanos 10,13; Efesios 2:8-9). La Iglesia Católica Romana rechaza esto. La posición oficial de la Iglesia Católica Romana es que una persona debe creer en Jesucristo Y ser bautizada Y recibir la Eucaristía junto con los otros sacramentos, Y obedecer los decretos de la Iglesia Católica Romana Y realizar obras meritorias Y no morir con algún pecado mortal Y etc., etc., etc. La divergencia Católica de la Biblia en el más crucial de los puntos, la salvación; significa que si, el Catolicismo es una religión falsa. Si la persona cree lo que la Iglesia Católica enseña oficialmente, él o ella no serán salvados. Cualquier demanda de obras o rituales que deban ser añadidos a la fe para obtener la salvación, es afirmar que la muerte de Jesús no tuvo el valor suficiente para comprar nuestra salvación.

Mientras que la salvación por fe es el punto más crucial, al comparar el catolicismo romano con la Palabra de Dios, existen también muchas otras diferencias y contradicciones. La Iglesia Católica Romana enseña muchas doctrinas que están en desacuerdo con lo que la Biblia declara. Esto incluye la sucesión apostólica, la adoración a los santos o a María, la oración a los santos o a María, el Papa / papado, el bautismo de infantes, la transubstanciación, indulgencias plenarias, el sistema sacramental, y el purgatorio. A pesar de que los católicos afirman la base bíblica de estos conceptos, ninguna de estas enseñanzas tienen ninguna base sólida en la clara enseñanza de la Escritura. Estos conceptos están basados en la tradición católica, no en la Palabra de Dios. De hecho, ellos claramente contradicen los principios bíblicos.

Con referencia a la pregunta “¿Son salvos los católicos?”, esta es la pregunta más difícil de responder. Es imposible hacer una declaración universal sobre la salvación de todos los miembros de cualquier denominación cristiana. No TODOS los bautistas son salvos. No TODOS los presbiterianos son salvos. No TODOS los luteranos son salvos. La Salvación es determinada por la fe personal solamente en Jesús para salvación, no por los títulos o identificación denominacional. A pesar de las creencias anti-bíblicas y las prácticas de la Iglesia Católica Romana, hay creyentes genuinos que asisten a las iglesias católicas. Hay muchos católicos romanos que genuinamente han depositado su fe solamente en Jesucristo para salvación. Sin embargo, estos cristianos católicos son creyentes, a pesar de lo que la Iglesia Católica enseña, no por lo que ella enseña. En cierto grado, la Iglesia Católica enseña de la Biblia y señala a la gente a Jesucristo como el Salvador. Como resultado, algunas veces la gente es salvada en iglesias católicas. La Biblia tiene un impacto en donde quiera que es proclamada (Isaías 55:11). Los cristianos católicos permanecen en la Iglesia Católica por la ignorancia de lo que la Iglesia Católica es realmente, por una tradición familiar y presión, o por el deseo de alcanzar a otros para Cristo.

Al mismo tiempo, la Iglesia Católica también aleja a mucha gente de la genuina fe y relación con Cristo. Las creencias y prácticas no bíblicas de la Iglesia Católica Romana, con frecuencia le han dado a los enemigos de Cristo la oportunidad para blasfemar. La Iglesia Católica Romana no es la iglesia que estableció Jesucristo. No es la iglesia que está basada en las enseñanzas de los apóstoles (como se describe en el Libro de Los Hechos y en las epístolas del Nuevo Testamento). A pesar de que las palabras de Jesús en Marcos 7:9 fueron dirigidas a los fariseos, ellas describen con exactitud a la Iglesia Católica Romana, “Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.”

jueves, 8 de abril de 2010

¿DOMINGO DE PASCUA?

Hay una gran confusión de qué se trata el Domingo de Pascua. Para algunos, el Domingo de Pascua tiene que ver con el Conejito de Pascua, los decorados coloridos huevos de Pascua, y las búsquedas de los huevos de Pascua. La mayoría de la gente entiende que el Domingo de Pascua tiene algo que ver con la resurrección de Jesús, pero están confundidos sobre la forma en que la resurrección se relaciona con los huevos de Pascua y el Conejito de Pascua.

Bíblicamente hablando, no hay absolutamente ninguna conexión entre la resurrección de Jesucristo y las tradiciones comunes modernas relacionadas con el Domingo de Pascua. Esencialmente, lo que ocurrió es que a fin de que el cristianismo sea más atractivo para los no cristianos, la antigua Iglesia Católica mezcló la celebración de la resurrección de Jesús con las celebraciones rituales de fertilidad de la primavera. Estos rituales de primavera de fecundidad son la fuente de las tradiciones de los huevos y el Conejito.

La Biblia deja en claro que Jesús fue resucitado el primer día de la semana, el domingo (Mateo 28:1; Marcos 16:2,9; Lucas 24:1; Juan 20:1,19). La resurrección de Jesús es más digno de ser celebrado (véase 1 Corintios 15). Si bien es apropiado celebrar la resurrección de Jesús en un domingo, el día en que se celebra la resurrección de Jesús no debería ser llamado la Pascua. La Pascua no tiene nada que ver con la resurrección de Jesús en un domingo.

Como resultado, muchos cristianos creen firmemente que el día en que celebramos la resurrección de Jesús no debe ser denominado “Domingo de Pascua". Más bien, algo así como 'Domingo de Resurrección' sería mucho más apropiado y bíblico. Para el cristiano, es impensable que permitiéramos que la tontería de los huevos de Pascua y el Conejito de Pascua sean el enfoque del día, en lugar de la resurrección de Jesús.

De todos modos, celebre la resurrección de Cristo en el Domingo de Pascua. La resurrección de Cristo es algo que se debe celebrar todos los días, no sólo una vez al año. Al mismo tiempo, si elegimos celebrar el Domingo de Pascua, no debemos permitir que la diversión y los juegos distraigan nuestra atención de lo que el día debe ser de verdad sobre todo - el hecho de que Jesús resucitó de entre los muertos, y que Su resurrección demuestra que sí, podemos tener la promesa de un hogar eterno en el cielo recibiendo a Jesús como nuestro Salvador.

¿SABADO SANTO?

El Sábado Santo es el nombre dado al día entre el Viernes Santo y el Domingo de Pascua. Algunos cristianos reconocen este día como el séptimo día de la Semana Santa, el día en que Jesús "descansó" de su obra de proveer la salvación para el mundo. El Sábado Santo es el día en que Jesús permaneció en la tumba donde había sido enterrado después de Su crucifixión (Mateo 27,59-60; Marcos 15:46, Lucas 23:53-54, Juan 19:39-42). Si una iglesia celebra el Sábado Santo, es tradicionalmente realizado por la observación de un día de reflexión sombría, contemplando el mundo de oscuridad que existiría sin la esperanza de la resurrección de Cristo.

La única referencia bíblica a lo que sucedió el sábado entre la muerte y resurrección de Jesús se encuentra en Mateo 27:62-66. Después de la puesta del sol del sábado, al final del día de reposo - los sumos sacerdotes y fariseos fueron a Poncio Pilato y le pidieron que un guardia se colocara en la tumba de Jesús para evitar que sus discípulos sacaran y llevaran el cuerpo. Se acordaban de que Jesús dijo que resucitaría en tres días (Juan 2:19-21) y querían hacer todo lo posible para evitarlo. Sabemos de los siguientes relatos que los guardias romanos eran insuficientes para impedir la resurrección y los que regresaron a la tumba la mañana del domingo la encontraron vacía. El Señor había resucitado.

¿VIERNES SANTO?

El Viernes Santo es el viernes justo antes del domingo de Pascua. Se celebra tradicionalmente como el día en que fue crucificado Jesús. Si usted está interesado en un estudio de este asunto, por favor, consulte nuestro artículo que trata las diversas opiniones respecto al día en que fue crucificado Jesús. Suponiendo que Jesús fue crucificado y murió el día viernes, ¿los cristianos deben recordar la muerte de Jesús con la celebración del Viernes Santo?

La Biblia no da instrucciones a los cristianos a recordar la muerte de Cristo, honrándolo en un día determinado. La Biblia nos da libertad en estas cuestiones, sin embargo. Romanos 14:5 nos dice: "Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.” En vez de recordar la muerte de Cristo en un día determinado, una vez al año, la Biblia nos enseña a recordar la muerte de Cristo mediante la observancia de la Cena del Señor. Primera a los Corintios 11:24-26 declara, "... haced esto en memoria de mí ... todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.”

¿Por qué se refiere al Viernes Santo como "santo"? Lo que las autoridades judías y los romanos le hicieron a Jesús definitivamente no era santo (ver Mateo: capítulos 26-27). Sin embargo, ¡los resultados de la muerte de Cristo son muy buenos! Romanos 5:8 "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros." Primera de Pedro 3:18 nos dice: " Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu".

Muchas iglesias cristianas celebran el Viernes Santo con un servicio solemne, generalmente por la noche, en el que la muerte de Cristo se recuerda con himnos solemnes, oraciones de acción de gracias, un mensaje centrado en el sufrimiento de Cristo por nosotros, y la observancia de la Cena del Señor. Sea o no que los Cristianos optan por "celebrar" el Viernes Santo, los acontecimientos de ese día deben ser siempre en nuestras mentes, porque la muerte de Cristo en la cruz es el acontecimiento fundamental de la fe cristiana.

¿JUEVES SANTO?

El Jueves Santo (en ingles, el Jueves Maundy) es el jueves de la Semana de la Pasión, un día antes del Viernes Santo (el jueves antes del Domingo de Pascua). El Jueves Santo es el nombre dado a la fecha en que Jesús celebró la Pascua con sus discípulos, conocido como la Última Cena. Dos eventos importantes son el foco del Jueves Santo.

En primer lugar, Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos y, por tanto, instituyó la Cena del Señor, también llamada la Comunión (Lucas 22:19-20). Algunas iglesias cristianas observan una celebración especial de la Cena del Señor el Jueves Santo en recuerdo de la Última Cena de Jesús con sus discípulos. En segundo lugar, Jesús lavó los pies de los discípulos como un acto de humildad y servicio, estableciendo así un ejemplo que debemos amar y servir el uno al otro mutuamente en la humildad (Juan 13:3-17). Algunas iglesias cristianas observan una ceremonia del lavado de los pies el Jueves Santo para conmemorar a Jesús lavando los pies de los discípulos.

La palabra inglesa "Maundy" se deriva de la palabra latina para "mandato." El “Maundy” en el Jueves Santo se refiere al mandato que dio Jesús a sus discípulos en la Última Cena, que deben amar y servir el uno al otro. ¿Debemos observar el Jueves Santo? La Biblia no lo ordena ni lo excluye. Es una buena cosa recordar la Última Cena y el sacrificio de Jesús en nuestro favor. Es una buena cosa recordar el ejemplo de la humildad del Señor. Sin embargo, al mismo tiempo, debemos evitar las observancias rituales de días festivos a menos que estén realmente enfocados en Dios y nuestra relación con él.

¿DOMINGO DE RAMOS?

El Domingo de Ramos es el día en que recordamos la "entrada triunfal" de Jesús en Jerusalén, exactamente una semana antes de su resurrección (Mateo 21:1-11). Algunos 450-500 años antes, el profeta Zacarías había profetizado: "Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna."(Zacarías 9:9). Mateo 21:7-9 registra el cumplimiento de esta profecía: “y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” Este evento tuvo lugar el domingo antes de la crucifixión de Jesús.

En recuerdo de este evento, celebramos el Domingo de Ramos. Es conocido como el Domingo de Ramos, debido a las ramas de palma que fueron puestas en el camino cuando Jesús entró en Jerusalén, montado sobre el asno. El Domingo de Ramos fue el cumplimiento de la profecía de los “setenta sietes“ del profeta Daniel: “Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos."(Daniel 9:25). Juan 1:11 nos dice: "A lo suyo vino [Jesús], y los suyos no le recibieron." Las mismas multitudes que gritaban: “¡Hosanna!” gritaban "¡Sea crucificado!" cinco días más tarde (Mateo 27:22-23).

¿QUE ES LA SEMANA DE LA PASION /SEMANA SANTA?

La Semana de la Pasión (también conocida como la Semana Santa) es el tiempo desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua (el Domingo de Resurrección). La Semana de la Pasión se llama así debido a la pasión con la que Jesús voluntariamente fue a la cruz para pagar por los pecados de su pueblo. La Semana de la Pasión se describe en los capítulos 21-27 de Mateo, los capítulos 11-15 de Marcos, los capítulos 19-23 de Lucas, y los capítulos 12-19 Juan. La Semana Santa comienza con la entrada triunfal del Domingo de Ramos cabalgando sobre un asno como fue profetizado en Zacarías 9:9.

La Semana de la Pasión incluye varios eventos memorables. Jesús purificó el templo por segunda vez (Lucas 19:45-46), y disputó con los fariseos en cuanto a Su autoridad. Luego, Jesús entregó su Discurso de los Olivos sobre los últimos tiempos y enseñó muchas cosas, incluyendo las señales de Su segunda venida. Jesús comió la Última Cena con sus discípulos en el aposento alto (Lucas 22:7-38), y luego se fue al huerto de Getsemaní para orar mientras esperaba la llegada de Su Hora. Fue aquí que Jesús, después de haber sido traicionado por Judas, fue arrestado y sometido a varios juicios farsas ante los principales sacerdotes, Poncio Pilato, y Herodes (Lucas 22:54-23:25).

Tras de los juicios, Jesús fue azotado a manos de los soldados romanos, y luego, se vio obligado a llevar su propio instrumento de ejecución (la Cruz) a través de las calles de Jerusalén a lo largo de lo que se conoce como la Vía Dolorosa (el camino de los dolores). Jesús fue crucificado en el Gólgota el día antes del día de reposo, fue sepultado y permaneció en la tumba hasta el domingo, el día después del día de reposo, y luego resucitó gloriosamente.

Es conocida como la Semana de la Pasión (Semana Santa) porque en ese tiempo, Jesucristo verdaderamente reveló Su pasión por nosotros en lo que sufrió voluntariamente en nuestro lugar. ¿Cuál debe ser nuestra actitud durante la Semana Santa? ¡Debemos ser apasionados de nuestra adoración de Jesús y en nuestra proclamación de su Evangelio!

miércoles, 7 de abril de 2010

¿CUARESMA?

La Cuaresma es un período de ayuno y arrepentimiento, tradicionalmente observado por los católicos y algunas denominaciones protestantes en la preparación para la Pascua. La longitud del ayuno cuaresmal se estableció en el siglo 4 hasta 40 días. Durante este tiempo, los participantes comen con moderación o simplemente renuncian a un determinado alimento o hábito. El Miércoles de Ceniza y la Cuaresma se iniciaron como una manera para que los católicos se acordaran de arrepentirse de sus pecados en una forma similar a cómo las personas en el Antiguo Testamento se arrepintieron en cilicio, cenizas, y ayuno (Ester 4:1-3; Jeremías 6:26; Daniel 9:3; Mateo 11:21).

Sin embargo, a lo largo de los siglos se ha desarrollado mucho más su valor "sacramental". Muchos católicos entienden el renunciar a algo para la Cuaresma como una forma de ganar la bendición de Dios. La Biblia no enseña que tales actos tienen ningún mérito con Dios en términos de la salvación (Isaías 64:6). De hecho, el Nuevo Testamento nos enseña que nuestros actos de ayuno y arrepentimiento se deben hacer de una manera que no llama la atención a nosotros mismos: "Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público."(Mateo 6:16-18).

El ayuno es una buena cosa cuando se hace con una perspectiva bíblica. Es bueno y agradable a Dios cuando renunciamos hábitos y prácticas pecaminosos. No hay absolutamente nada de malo en dejar de lado un tiempo en que nos centramos en la muerte y resurrección de Jesús. Sin embargo, estas prácticas son las cosas que deberíamos hacer todos los días del año, no sólo los 40 días desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Pascua. Si un cristiano desea observar la Cuaresma, somos libres para hacerlo. La clave está en enfocar el tiempo en arrepentirnos de nuestros pecados y consagrarnos a Dios, no en tratar de ganarnos el favor de Dios o aumentar su amor por nosotros.