VISION

LA IGLESIA PENTECOSTES VIDA ABUNDANTE EXISTE PARA EXALTAR AL SALVADOR Y EQUIPAR ALOS CREYENTES PARA LA OBRA DE DEL MINISTERIO.

MISION

MINISTERIOS VIDA ABUNDANTE
TIENE COMO PROPOSITO SUPLIR LAS NECESIDADES DE LAS PERSONAS ATRAVEZ DE :
1; EVANGELISMO 2; DISCIPULADO 3; GRUPOS PEQUEÑOS
4; COMPAÑERISMO 5; BENEVOLENCIA

VALORES

AMOR-FIDELIDAD-HUMILDAD-INTEGRIDAD-UNIDAD-CONFIANZA-RESPETO-TOLERANCIA-RESPONSABILIDAD

jueves, 17 de noviembre de 2011

EL VERDADERO DISIPULADO




Así dice el Señor: "Maldito quien confía en el hombre, y en la carne busca su fuerza, apartando su corazón del Señor. Será como un cardo en la estepa, no verá llegar el bien; habitará la aridez del desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto. Nada más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo entenderá? Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta, según el fruto de sus acciones."

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿Qué dice la Biblia acerca del matrimonio?


La divina institución del matrimonio está registrada en Génesis. “Dijo entonces Adán. Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varóna, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” (Génesis 2:23-24). Dios creó al hombre y después hizo a la mujer del “hueso de sus huesos”. El proceso tal como se describe, nos dice que Dios tomó una de las “costillas” de Adán (Génesis 2:21-22). La palabra hebrea significa literalmente “el costado de una persona”.

Por lo tanto, Eva fue tomada del “lado” de Adán, y es a su lado donde ella pertenece. “Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.” (Génesis 2:20). Las palabras “ayuda e idónea” son la misma palabra en hebreo. La palabra es “ezer” y viene de la raíz primitiva de la palabra que significa rodear, proteger, ayudar, auxiliar, socorrer. Por lo tanto, significa ayudar, asistir o auxiliar. Eva fue creada para estar al lado de Adán como su “otra mitad”, para ser su auxilio y ayuda. Un hombre y una mujer cuando se casan, se convierten en “una sola carne”. El Nuevo Testamento añade una advertencia a esta “unidad”. “Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6).

Hay muchas epístolas escritas por el apóstol Pablo, que hablan de los aspectos que determinan el punto de vista bíblico sobre el matrimonio y cómo los creyentes nacidos de nuevo deben conducirse dentro de sus relaciones matrimoniales. Encontramos uno de estos pasajes en 1 Corintios capítulo 7 y otro en Efesios 5:22-33. El estudiar juntos estos dos pasajes, provee al creyente de principios bíblicos que pueden ser usados para formar un marco de referencia para una relación matrimonial que sea agradable a Dios.

El pasaje que se encuentra en Efesios es especialmente profundo en su área referente a un exitoso matrimonio bíblico. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador.” (Efesios 5:22-23) “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” (Efesios 5:25). “Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia” (Efesios 5:28-29). “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” (Efesios 5:31)

Cuando estos principios son elegidos por el esposo y la esposa en armonía con su relación como creyentes nacidos de nuevo, esto trae como consecuencia un matrimonio bíblico. Esta no es una relación desequilibrada, sino una que está balanceada con el concepto de Cristo como la cabeza del hombre y la mujer juntamente. Por lo tanto, el concepto bíblico del matrimonio es la unidad entre dos individuos que es una ilustración de la relación de unidad que existe entre Cristo con Su iglesia.

¿Qué dice la Biblia acerca del divorcio y el segundo casamiento?


En primer lugar, no importa el punto de vista que tome en el asunto del divorcio, es importante recordar las palabras de la Biblia de Malaquías 2:16ª: “Yo aborrezco el divorcio –dice el SEÑOR Dios de Israel”. De acuerdo con la Biblia, el plan de Dios es que el matrimonio sea un compromiso de toda la vida. “Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre” (Mateo 19:6 NVI). Sin embargo, Dios comprende que el divorcio va a ocurrir, debido a que un matrimonio involucra a dos seres humanos pecadores. En el Antiguo Testamento Dios estableció algunas leyes, a fin de proteger los derechos de los divorciados, especialmente de las mujeres (Deuteronomio 24:1-4). Jesús señaló que aquellas leyes fueron dadas a causa de la dureza de los corazones de la gente, más no porque fueran el deseo de Dios (Mateo 19:8).

La controversia de si el divorcio y el segundo casamiento son permitidos de acuerdo con la Biblia, gira principalmente alrededor de las palabras de Jesús en Mateo 5:32 y 19:9. La frase “excepto en caso de infidelidad conyugal” es lo único en la Escritura, que posiblemente da el permiso de Dios para el divorcio. Muchos intérpretes entienden esta “cláusula de excepción” como refiriéndose a “infidelidad conyugal” durante el período de “desposorio”. En la costumbre judía, un hombre y una mujer se consideraban casados, aún mientras todavía estaban comprometidos, es decir, “prometidos”. La inmoralidad durante este período de “desposorio” debería entonces ser la única razón válida para un divorcio.

Sin embargo, la palabra griega traducida como “infidelidad conyugal” es una palabra que puede significar cualquier forma de inmoralidad sexual. Esto puede significar fornicación, prostitución, adulterio, etc. Posiblemente Jesús está diciendo que el divorcio es lícito, si se comete inmoralidad sexual. Las relaciones sexuales como tales son una parte integral del vínculo marital “y serán una sola carne” (Génesis 2:24; Mateo 19:5; Efesios 5:31). Por tanto, una ruptura de ese vínculo, por medio de relaciones sexuales fuera del matrimonio, debería ser una razón lícita para el divorcio. Si es así, Jesús también tiene en mente el segundo matrimonio en este pasaje. La frase “y se casa con otra” (Mateo 19:9) indica que el divorcio y el segundo casamiento son permitidos en una instancia de la cláusula de excepción, sea como sea interpretada. Es importante notar que solamente a la parte inocente se le permite volver a casarse. Aunque esto no está indicado en el texto, la concesión del segundo casamiento después de un divorcio, es la misericordia de Dios para aquel contra el que se ha cometido pecado, no para el que ha cometido inmoralidad sexual. Puede haber instancias donde a la “parte culpable” se le permite volver a casarse – pero tal concepto no es enseñado en este texto.

Algunos entienden 1ª Corintios 7:15 como otra “excepción”, que permite el segundo casamiento si un cónyuge incrédulo se divorcia de un creyente. Sin embargo, el contexto no menciona el segundo casamiento, sino que solamente dice que un creyente no está limitado a continuar un matrimonio, si un cónyuge no creyente quiere abandonarlo. Otros demandan que el abuso a cónyuge o hijo son razones válidas para el divorcio, aunque no están listadas como tales en la Biblia. Aunque éste, bien pudiera ser el caso, nunca es sabio suponer sobre la Palabra de Dios.

Algunas veces, perdidos en la discusión sobre la cláusula de excepción, está el hecho de que lo que quiera que signifique “infidelidad marital”, ésta es un permiso para el divorcio, no un requisito para el mismo. Aún cuando se haya cometido adulterio, una pareja puede por medio de la gracia de Dios aprender a perdonar, y comenzar a reconstruir su matrimonio. Dios nos ha perdonado mucho más. Con seguridad podemos seguir Su ejemplo y aún perdonar el pecado del adulterio (Efesios 4:32). Sin embargo, en muchas instancias, un cónyuge es impenitente y continúa en inmoralidad sexual. Posiblemente ahí es donde Mateo 19:9 puede ser aplicado. Muchos también cuentan demasiado rápido con el segundo casamiento después de un divorcio, cuando el deseo de Dios sería que permanezcan solteros. Algunas veces Dios invita a una persona a permanecer soltera, de manera que su atención no sea dividida (1ª Corintios 7:32-35). El segundo casamiento después de un divorcio puede ser una opción en algunas circunstancias, pero eso no significa que esta es la única opción.

Es doloroso que el índice de divorcio entre los cristianos profesos sea casi tan alto como el del mundo incrédulo. La Biblia deja meridianamente claro que Dios odia el divorcio (Malaquías 2:16) y esa reconciliación y perdón deberían ser las marcas de la vida de un creyente (Lucas 11:4; Efesios 4:32). Sin embargo, Dios reconoce que el divorcio se va a dar aún entre Sus hijos. Un creyente divorciado o vuelto a casar no debería sentirse menos amado por Dios, aún si su divorcio o segundo matrimonio no estuvieran cubiertos bajo la posible cláusula de excepción de Mateo 19:9. Dios a menudo utiliza aún la desobediencia pecaminosa de los cristianos para llevar a cabo una gran cantidad de cosas buenas.

¿Por qué todos los cristianos son hipócritas?


Tal vez ninguna acusación sea más provocativa que la de “hipócrita.” Desafortunadamente, algunos se sienten justificados en su opinión de que todos los cristianos son hipócritas. El término “hipócrita” goza de una rica herencia en el lenguaje. El término nos llega del latín hypocrisis que significa “actuar, pretender.” En el pasado, la palabra la encontramos tanto en el griego clásico, como en el Nuevo Testamento griego, adjudicándole virtualmente la misma idea – actuar, pretender.

Esta es la manera en que el Señor Jesús empleaba el término. Por ejemplo, cuando Cristo enseñaba el significado de la oración, el ayuno, y dar limosna para la gente, Él nos disuadía de seguir el ejemplo de aquellos que actuaban con hipocresía (Mateo 6:2, 5, 16). Al hacer públicamente largas oraciones, empleando medidas extremas para asegurarse de que otros notaran sus ayunos y anunciando sus ofrendas para el Templo y los pobres, ellos revelaban sólo una relación superficial y aparente con el Señor. Mientras que los fariseos representaban bien sus roles dramáticos como ejemplos públicos de la virtud religiosa, ellos fallaban miserablemente en el mundo interno del corazón donde residían las virtudes judeo-cristianas. (Mateo 23:13-33; Marcos 7:20-23).

Jesús nunca llamó hipócritas a Sus discípulos. Ese nombre sólo era dado a los fanáticos religiosos mal orientados. Más bien Él llamaba a los Suyos sus “seguidores,” Sus “hijos,” Sus “ovejas,” y Su “iglesia.” Adicionalmente, hay una advertencia en el Nuevo Testamento acerca del pecado de la hipocresía (1 Pedro 2:1), al cual Pedro le llama por su nombre. También están registrados en la iglesia, dos evidentes ejemplos de hipocresía. En Hechos 5:1-10, dos discípulos son expuestos por pretender ser más generosos de lo que en realidad eran. La consecuencia no fue agradable. Y, de toda la gente, Pedro es acusado de dirigir un grupo de hipócritas en su trato con los creyentes gentiles (Gálatas 2:13).

De la enseñanza del Nuevo Testamento, entonces, podemos sacar al menos dos conclusiones. Primero, existe hipocresía entre los que profesan ser cristianos. Ellos estaban presentes en el principio y, como se expone en la parábola de Jesús sobre el trigo y la cizaña, éstos ciertamente existirán hasta el fin de los tiempos (Mateo 13:18-30). Adicionalmente, si aún un apóstol puede ser culpable de hipocresía, no hay razón para creer que los cristianos “ordinarios” están exentos de ella. Debemos estar siempre en guardia, para que no caigamos en esta misma tentación (1 Corintios 10:12).

Desde luego, no todo el que clama ser cristiano lo es verdaderamente. Quizá todos o la mayor parte de los hipócritas famosos entre los cristianos, eran realmente farsantes y embusteros. Hasta la fecha, prominentes líderes cristianos han caído en pecados terribles. A veces parecen inundar la comunidad cristiana con escándalos sexuales y financieros. Sin embargo, en vez de tomar las acciones de unos pocos y usarlas para denigrar a toda la comunidad cristiana, es necesario preguntarse si aquellos que claman ser cristianos, y sin embargo demuestran ser sólo hipócritas, son realmente cristianos. Numerosos pasajes bíblicos confirman que aquellos que realmente pertenecen a Cristo, mostrarán en sus vidas el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23). La parábola de Jesús sobre el sembrador y la semilla en Mateo 13, expone claramente que no todos los que profesan la fe en Él son genuinos. Tristemente, muchos que dicen pertenecerle a Él, un día quedarán estupefactos al escuchar al Señor decirles, “Nunca os conocí; apartaos de Mí, hacedores de maldad.”

En segundo lugar, mientras que no debe sorprendernos que la gente que pretende ser más santa de lo que es, clamen ser cristianos; tampoco podemos concluir que la iglesia esté formada enteramente por hipócritas. Uno debe concluir que seguramente todos los que invocamos el nombre de Jesucristo, permanecemos siendo pecadores, aún cuando nuestro pecado haya sido perdonado. Esto es, aún cuando hayamos sido salvados del castigo eterno por el pecado (Romanos 5:1; 6:23), todavía debemos ser salvados y liberados de la presencia del pecado en nuestras vidas (1 Juan 1:8-9), incluyendo el pecado de hipocresía. A través de nuestra fe viva en el Señor Jesús, estamos venciendo continuamente el poder del pecado, hasta que seamos finalmente liberados de él. (1 Juan 5:4-5).

Todos los cristianos fallamos en tener una vida a la altura de los estándares enseñados en la Biblia. Ningún cristiano ha tenido jamás una perfección semejante a la de Cristo. Sin embargo, hay MUCHOS cristianos quienes buscan genuinamente vivir la vida cristiana y están confiando más y más en que el Espíritu Santo los redarguya, los cambie y les dé el poder para hacerlo. Ha habido multitudes de cristianos que han vivido sus vidas libres del escándalo. Ningún cristiano es perfecto, pero el cometer errores o fallar en alcanzar la perfección en esta vida, no es lo mismo que ser un hipócrita.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿Por qué hay tantos líderes cristianos evangélicos sorprendidos en escándalos?


Primero, es importante señalar que “tantos” no es una declaración precisa. Parecería que muchos líderes cristianos evangélicos son sorprendidos en escándalos, pero esto es debido a la exagerada cantidad de atención que se les da a tales escándalos. Hay miles de líderes cristianos evangélicos, pastores, profesores, misioneros, escritores y evangelistas, que nunca han participado en nada “escandaloso.” La gran mayoría de los líderes cristianos evangélicos, son hombres y mujeres que aman a Dios, son fieles a sus esposas(os) y familias, y efectúan sus actividades con gran honestidad e integridad. Las fallas de unos pocos no deben ser utilizadas para atacar la integridad de todos.

Dicho lo anterior, aún existe el problema de que esos escándalos a veces ocurren entre aquellos que aseguran ser cristianos evangélicos. Prominentes líderes cristianos han sido expuestos por cometer adulterio robo o participar en prostitución. Algunos cristianos evangélicos han sido convictos de evasión de impuestos y otras ilegalidades financieras. ¿Por qué ocurre esto? Hay al menos tres explicaciones primarias: (1) Algunos de los que aseguran ser cristianos evangélicos son charlatanes, (2) Algunos líderes cristianos evangélicos permiten que su posición los lleve al orgullo, (3) Satanás y sus demonios atacan y tientan más agresivamente a quienes están en el liderazgo cristiano, porque ellos saben que un escándalo que involucre a un líder, puede tener resultados devastadores, tanto para los cristianos como para quienes no lo son. Hablemos en más detalle de estas explicaciones…

(1) Algunos “cristianos evangélicos” que son sorprendidos en escándalos son charlatanes y falsos profetas. Jesús advirtió, “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis….” (Mateo 7:15-20). Los falsos profetas pretenden ser hombres y mujeres piadosos, y aparentan ser sólidos líderes evangélicos. Sin embargo, el “fruto” (es decir, los escándalos) eventualmente se revela en ellos, resultando lo opuesto de lo que ellos decían ser. En cuanto a esto, siguen el ejemplo de Satanás, “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Corintios 11:14-15).

(2) La Biblia hace muy claro que “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. (Proverbios 16:18) Santiago 4:6 nos recuerda, “…Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.” La Biblia repetidamente nos advierte contra el orgullo. Muchos líderes cristianos comienzan su ministerio con un espíritu de humildad y confianza en Dios, pero a medida que el ministerio crece y prospera, es fácil y tentador para los líderes, tomar algo de esta gloria para ellos mismos. Eventualmente, algunos líderes cristianos evangélicos, al mismo tiempo que ofrecen alabanza de labios a Dios, realmente intentan conducir y construir el ministerio sobre su propia fuerza y sabiduría. Esta clase de orgullo conduce a la caída. Dios, a través del profeta Oseas, advierte, “En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.” (Oseas 13:6).

(3) Satanás sabe que por la influencia de un escándalo con un líder cristiano evangélico, él puede obtener un poderoso impacto. Así como el adulterio del rey David con Betsabé y el acuerdo sobre la muerte de Urías causó gran daño a la familia de David y a la nación entera de Israel – así también muchas iglesias o ministerios han sido dañados o destruidos por la caída de su líder. Muchos cristianos han tenido un debilitamiento en su fe como resultado de presenciar la caída de un líder. Muchos no cristianos utilizan esta caída de líderes “cristianos” como una razón por la que ellos rechazan el cristianismo. Satanás y sus demonios saben esto, y por lo tanto dirigen más sus ataques contra aquellos que laboran como líderes. La Biblia nos advierte a todos, “Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8).

¿Cómo debemos responder cuando un líder cristiano evangélico es acusado o sorprendido en un escándalo?

(1) No escuches o aceptes acusaciones sin bases o infundadas (Proverbios 18:8, 17; 1 Timoteo 5:19). (2) Toma las medidas bíblicas apropiadas para reprender a aquellos que pecan (Mateo 18:15-17; 1 Timoteo 5:20). Si el pecado es severo y comprobado, se debe imponer su separación del ministerio de liderazgo (1 Timoteo 3:1-13) (3) Perdona a aquellos que pecan (Efesios 4:32; Colosenses 3:13), y cuando el arrepentimiento sea comprobado, restáurales al compañerismo mas no al liderasgo(Gálatas 6:1; 1 Pedro 4:8). (4) Sé fiel en tu oración por nuestros líderes. Conociendo los problemas a los que se enfrentan, las tentaciones que sufren y el estrés que deben soportar, debemos estar orando por nuestros líderes, pidiendo a Dios que los fortalezca, proteja, y anime. (5) Lo más importante, es que tomes el fracaso de un líder cristiano evangélico como un recordatorio para fundamentar tu fe en Dios, y en Dios solamente. Dios nunca falla, nunca peca, y jamás miente. (Isaías 6:3).

domingo, 6 de noviembre de 2011

La Biblia y el Robo



La Biblia expresa claramente cómo ve Dios el robo: “Yo, Jehová, amo el derecho, odio el robo junto con la injusticia” (Isaías 61:8). Jehová inspiró al profeta Ezequiel a escribir que el robo es un pecado muy grave (Ezequiel 18:18). Sin embargo, el mismo libro bíblico dice que Dios perdonará misericordiosamente al que se arrepienta y devuelva lo que hurtó (Ezequiel 33:14-16).

A pesar de que los cristianos viven en un mundo lleno de criminalidad, se regocijan en la esperanza de vivir bajo el Reino de Dios, cuando ya no exista el robo. Respecto a ese tiempo la Biblia promete: “[Los siervos de Dios] realmente se sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la boca misma de Jehová de los ejércitos lo ha habla­do” (Miqueas 4:4).

SEMINARIO PARA PAREJAS


SABADO 12 DE NOVIEMBRE DE 10:00A.M.-1:00 P.M. Y DE 3:00 P.M. A 6:00 P.M. 7:00 P.M CONVIVIO