VISION

LA IGLESIA PENTECOSTES VIDA ABUNDANTE EXISTE PARA EXALTAR AL SALVADOR Y EQUIPAR ALOS CREYENTES PARA LA OBRA DE DEL MINISTERIO.

MISION

MINISTERIOS VIDA ABUNDANTE
TIENE COMO PROPOSITO SUPLIR LAS NECESIDADES DE LAS PERSONAS ATRAVEZ DE :
1; EVANGELISMO 2; DISCIPULADO 3; GRUPOS PEQUEÑOS
4; COMPAÑERISMO 5; BENEVOLENCIA

VALORES

AMOR-FIDELIDAD-HUMILDAD-INTEGRIDAD-UNIDAD-CONFIANZA-RESPETO-TOLERANCIA-RESPONSABILIDAD

miércoles, 31 de marzo de 2010

MUERTE Y RESURECCION


1ª Pedro 3:18-19 declara, “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados.”

La frase, “en Espíritu”, en el versículo 18 tiene exactamente la misma estructura de la frase, “en la carne”. De manera que, parece mejor relacionar la palabra “espíritu” a la misma esfera de la palabra “carne”. La carne y el espíritu son la carne y el espíritu de Cristo. Las palabras “pero vivificado en espíritu”, apuntan al hecho de que al llevar Cristo el pecado y la muerte, produjo la separación de Su espíritu humano, del Padre (Mateo 27:46). El contraste es entre la carne y el espíritu, como Mateo 27:41 y Romanos 1:3-4, y no entre la carne de Cristo y el Espíritu Santo. Cuando se completó la expiación de Cristo por el pecado, Su espíritu reanudó el compañerismo que había sido quebrantado.

Primera de Pedro 3:18-22 describe un vínculo necesario entre el sufrimiento de Cristo (versículo 18) y Su glorificación (versículo 22). Solamente Pedro da información específica acerca de lo que sucedió entre estos dos eventos. La palabra “predicó” en el versículo 19 no es la palabra usual para describir la predicación del evangelio en el Nuevo Testamento. Ésta literalmente significa anunciar un mensaje. Jesús sufrió y murió en la cruz, Su cuerpo fue llevado a la muerte, y Su espíritu murió cuando fue hecho pecado. Pero Su espíritu fue vivificado y lo rindió al Padre. De acuerdo con Pedro, en algún momento entre Su muerte y Su resurrección, Jesús hizo una proclamación especial a “los espíritus encarcelados”.

Para comenzar, Pedro se refería a la gente como “personas” y no “espíritus” (3:20). En el Nuevo Testamento, la palabra “espíritus” es utilizada para describir ángeles o demonios, no seres humanos; y el versículo 22 parece corroborar este significado. Además, en ningún lugar de la Biblia se nos dice que Jesús visitó el infierno. Hechos 2:31 dice que El fue al “Hades” (Versión Reina Valera), pero el “Hades” no es el infierno. En el original del griego, la palabra “Hades” se refiere a la esfera de la muerte, un lugar temporal en donde ellos esperan la resurrección. Apocalipsis 20:11-15 en las versiones de habla inglesa NASB y la Nueva Versión Internacional, dan una clara distinción entre las dos. El infierno es el lugar permanente y final de juicio para los perdidos. El Hades es un lugar temporal.

Nuestro Señor rindió Su espíritu al Padre, murió, y en algún momento entre la muerte y la resurrección, visitó la esfera de la muerte en donde pronunció un mensaje a los seres espirituales (probablemente ángeles caídos; vea Judas 6) quienes fueron de alguna manera relacionados al período anterior al diluvio en el tiempo de Noé. El versículo 20 pone esto en claro. Pedro no nos dijo lo que proclamó a estos espíritus encarcelados, pero este no podía ser un mensaje de redención, debido a que los ángeles no pueden ser salvos (Hebreos 2:16). Fue probablemente una declaración de victoria sobre Satanás y sus huestes (1ª Pedro 3:22; Colosenses 2:15). Efesios 4:8-10 también parece indicar que Cristo fue al “paraíso” (Lucas 16:20; 23:43) y llevó al cielo a todos aquellos que han creído en El previo a Su muerte. Este pasaje no da una gran cantidad de detalle acerca de lo que ocurrió, pero la mayoría de los estudiosos de la Biblia concuerdan en que eso es lo que quieren decir con “llevó cautiva la cautividad.”

Todo eso para decir que la Biblia no es enteramente clara acerca de lo que Dios hizo exactamente, los tres días entre Su muerte y resurrección. Parece, no obstante, que El estaba predicando victoria sobre los ángeles caídos y/o no creyentes. Lo que podemos saber con seguridad es que Jesús no estaba dando a la gente una segunda oportunidad para la salvación. La Biblia nos dice que nosotros nos vamos a enfrentar al juicio después de la muerte (Hebreos 9:27), no a una segunda oportunidad. En realidad, no hay una respuesta clara definitiva para lo que Jesús estaba haciendo en el tiempo entre Su muerte y resurrección. Talvez este es uno de los misterios que vamos a entender cuando alcancemos la gloria.

viernes, 26 de marzo de 2010

servido señor toño y felicidades de su noviasgo gay




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lunes, 22 de marzo de 2010

¿Existe DIOS? ¿Hay evidencia de la existencia de DIOS?


¿Existe Dios? Encuentro interesante que se de tanta atención a este debate. Las últimas encuestas nos dicen que sobre el 90% de la gente en el mundo de hoy, cree en la existencia de Dios o en algún poder más alto. Sin embargo, de algún modo, la responsabilidad se coloca sobre aquellos quienes creen que Dios existe, para de alguna manera probar que El en realidad existe. Yo personalmente pienso que la responsabilidad está sobre los que no creen.

Sin embargo, la existencia de Dios no puede ser probada o desmentida. Aún la Biblia dice que deberíamos aceptar por fe, el hecho de que Dios existe, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). Si Dios lo deseara así, simplemente podría aparecer, y probar a todo el mundo que El existe. Pero si lo hiciera, no habría necesidad de fe. “Jesús le dijo: porque me has visto, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29).

Sin embargo, eso no significa que no hay evidencia de la existencia de Dios. La Biblia declara, “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Salmos 19:1-4). Al mirar las estrellas, al entender la inmensidad del universo, al observar las maravillas de la naturaleza, al ver la belleza de la puesta del sol – vemos que todas ellas apuntan hacia un Creador, Dios. Si esto no fuera suficiente, también hay evidencia de Dios en nuestros propios corazones. Eclesiastés 3:11 nos dice, “…y ha puesto eternidad en el corazón de los hombres…” Hay algo en lo profundo de nuestro ser, que reconoce que hay algo más allá de esta vida y alguien más allá de este mundo.

Intelectualmente podemos negar este conocimiento, pero la presencia de Dios en nosotros y a través de nosotros, todavía está ahí. A pesar de todo esto, la Biblia nos advierte que todavía hay algunos que niegan la existencia de Dios, “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmos 14:1). Debido a que sobre el 98% de la gente a través de la historia, en todas las culturas, en todas las civilizaciones, en todos los continentes, creen en la existencia de algún tipo de Dios – debe haber algo (o alguien) que causa esta creencia.

Además de los argumentos bíblicos para la existencia de Dios, hay argumentos lógicos. Primero, tenemos el argumento ontológico. La forma más popular del argumento ontológico, usa básicamente el concepto de Dios para probar Su existencia. Este comienza con la definición de Dios como “Ese del cual no puede ser concebido uno más grande”. Entonces se sostiene que existir es mayor que no existir, y por tanto el mayor ser concebible debe existir. Si Dios no existió, entonces Dios no sería el mayor ser concebible – pero eso iría a contradecir la definición misma de Dios. El segundo es el argumento teológico. El argumento teológico dice que desde que el universo despliega tal maravilloso diseño, debe haber habido un diseñador Divino. Por ejemplo, aún si la tierra estuviera unos pocos cientos de millas más cerca o más lejos del sol, no sería capaz de mantener mucha de la vida que en la actualidad lo hace. Si los elementos en nuestra atmósfera fueran diferentes aún en un pequeño porcentaje, cada cosa viviente sobre la tierra moriría. Las probabilidades de una simple molécula de proteína formada por casualidad es 1 en 10 elevado a la potencia 243 (es decir, 10 seguido de 243 ceros). Una simple célula consta de millones de moléculas de proteína.

Un tercer argumento lógico para la existencia de Dios es el denominado argumento cosmológico. Cada efecto debe tener una causa. Este universo y todo lo que en el hay es un efecto. Debe haber algo que causó que todo existiera. A la larga, debe haber algo “sin-razón” a fin de provocar que todo lo demás exista. Esa “sin-razón” es Dios. Un cuarto argumento es conocido como el argumento moral. Cada cultura a través de la historia ha tenido alguna forma de ley. Todos tienen un sentido de lo correcto y lo erróneo. El asesinato, la mentira, el robo, y la inmoralidad son rechazados casi universalmente. ¿De dónde vino ese sentido de lo correcto y lo erróneo, sino de un Dios santo?

A pesar de todo esto, la Biblia nos dice que la gente va a rechazar el conocimiento claro e innegable de Dios, y en lugar de ello, creer una mentira. Romanos 1:25 declara, “Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” La Biblia también proclama que la gente no tiene excusa para no creer en Dios, “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20).

La gente demanda no creer en Dios porque “no es científico” o “porque no hay pruebas”. La razón verdadera es que una vez que la gente admite que hay un Dios, también deben darse cuenta de que son responsables hacia Dios y que están necesitados de Su perdón (Romanos 3:23; 8:23). Si Dios existe, entonces somos responsables por nuestras acciones hacia El. Si Dios no existe, entonces podemos hacer lo que queramos sin tener que preocuparnos porque Dios nos juzgue. Creo que esa es la razón por la que muchos en esta sociedad, están tan fuertemente aferrados a la evolución – para dar a la gente una alternativa de creer en un Dios Creador. Dios existe y a la larga todo el mundo sabe que El existe. El hecho mismo de que algunos intenten tan agresivamente refutar Su existencia es de hecho un argumento para Su existencia.

Permítame dar un último argumento para la existencia de Dios. ¿Cómo sé que existe Dios? Yo sé que Dios existe porque hablo con El todos los días. No lo escucho hablándome con voz audible, pero siento Su presencia, siento Su guía, conozco Su amor, deseo Su gracia. Han ocurrido cosas en mi vida que no tienen otra explicación posible sino Dios. Dios me ha salvado tan milagrosamente y ha cambiado mi vida que no puedo sino reconocer y alabar Su existencia. Ninguno de estos argumentos en sí, pueden persuadir a alguien que rehúsa reconocer lo que es tan claro. Al final, la existencia de Dios debe ser aceptada por fe (Hebreos 11:6). La fe en Dios no es un salto ciego a la oscuridad, este es un paso seguro a una habitación bien iluminada en donde ya se encuentra el 90% de la gente.

jueves, 18 de marzo de 2010

CONEJOS

Esta es la historia de 2 conejos, uno enorme como un canguro, y otro pequeño como una ardilla.



El conejo chiquitito, se subió de un salto encima de la cabeza del conejo grande. Agarrándose fuertemente a sus extraordinarias orejas y asegurándose de que éste le oiría preguntó: ¿Sabes cuánto te quiero?, el diminuto conejito abrió sus cortitos brazos de izquierda a derecha todo lo que pudo... así de grande, dijo.



El conejo grande se quedo pensando un momentito, extendió sus largos brazos de derecha a izquierda todo lo que pudo... así de grande te quiero yo a ti, dijo. Rápidamente el minúsculo conejo, estiró sus cortos bracitos y todo su cuerpo hacia el cielo... así de alto, exclamó. El conejo grande estiró su gran cuerpo y sus interminables brazos, que casi rozaban las estrellas, y dijo: Así de excelso es mi amor por ti...



Pasaron muchas cosas como éstas, pero el conejo grande siempre ganaba. El día tocaba su fin, y el conejito estaba muy cansado, tan cansado que ya casi no podía mantener sus pequeños ojitos abiertos, el conejo grande le tomó en sus brazos y le dio un beso de buenas noches. Dos segundos antes de quedarse dormido dijo: ¿Sabes cuánto te quiero?, y mirando con sus ojitos entreabiertos el firmamento... hasta la luna, y se quedó dormido, pero entre sueños oyó al conejo grande decirle muy bajito en su orejita: Hasta la luna y volver, hasta la luna y volver, eso es lo que nos queremos."

sábado, 13 de marzo de 2010

¿PUEDE UN CRISTIANO SER POSEIDO POR DEMONIOS


La Biblia no establece explícitamente si un cristiano puede o no ser poseído por un demonio. Sin embargo, puesto que un cristiano es habitado por Espíritu Santo (Romanos 8:9-11; 1 Corintios 3:16; 6:19), parecería improbable que el Espíritu Santo permitiera que un demonio poseyera a la misma persona en la que Él habita. Definitivamente reconocemos que este es un punto controversial. Sin embargo, sostenemos fuertemente la creencia de que un cristiano no puede ser poseído por un demonio. Creemos que hay una gran diferencia entre ser poseído por un demonio, y ser oprimido / influenciado por un demonio. La posesión demoníaca involucra a un demonio teniendo el control directo sobre los pensamientos y/o acciones de una persona (Lucas 4:33-35; 8:27-33; Mateo 17:14-18). La opresión / influencia demoníaca implica que un demonio o demonios atacan a una persona espiritualmente, animándola a una conducta pecaminosa (1 Pedro 5:8-9; Santiago 4:7). Notarán que en todos los pasajes del Nuevo Testamento que tratan con la guerra espiritual, nunca se nos dice que sacaran demonios de un creyente (Efesios 6:10-18). Se nos dice que resistamos al diablo (1 Pedro 5:8-9; Santiago 4:7), no que lo saquemos.

Es impensable para mí que Dios permitiera que a uno de Sus hijos, a quien ÉL compró con la sangre de Cristo (1 Pedro 1:18-19) y lo hizo una nueva criatura (2 Corintios 5:17) – sea poseído y controlado por un demonio. Si, como creyentes libramos batallas con Satanás y sus demonios, pero de dentro de nosotros. 1 Juan 4:4 declara, “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” ¿Quién es EL que está en nosotros? El Espíritu Santo. ¿Quién es el que está en el mundo? Satanás y sus demonios.

miércoles, 10 de marzo de 2010

ES REALMENTE LA BIBLIA LA PALABRA DE DIOS


Nuestra respuesta a esta pregunta no solamente determina cómo consideramos a la Biblia y su importancia en nuestras vidas, sino que también ésta, a la larga, va a tener un impacto eterno sobre nosotros. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces nosotros deberíamos apreciarla, estudiarla, obedecerla y finalmente confiar en ella. Si la Biblia es la Palabra de Dios, entonces, rechazarla es rechazar a Dios mismo.

El hecho de que Dios nos dio la Biblia, es una evidencia e ilustración de Su amor por nosotros. El término “revelación” simplemente significa que Dios comunicó a la humanidad cómo es El y cómo podemos tener una correcta relación con El. Estas son cosas que no podríamos haber conocido si Dios divinamente, no nos lo hubiera revelado por medio de la Biblia. Aunque la revelación de Dios mismo en la Biblia fue dada progresivamente por sobre los 1500 años aproximadamente, siempre ha contenido cualquier cosa que el hombre ha necesitado para conocer acerca de Dios, a fin de tener una correcta relación con El. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios, entonces esta es la última autoridad para todos los asuntos de fe, práctica religiosa y moral.

La pregunta que debemos hacernos es, ¿cómo podemos saber que la Biblia es la Palabra de Dios y no solamente un buen libro? ¿Qué es excepcional acerca de la Biblia que se destaca de todos los otros libros religiosos alguna vez escritos? ¿Hay alguna evidencia de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios? Este es el tipo de preguntas que deben ser consideradas si vamos a examinar seriamente la demanda bíblica de que la Biblia es la Palabra misma de Dios, divinamente inspirada, y totalmente suficiente para todos estos asuntos de fe y práctica.

No puede haber duda acerca del hecho de que la Biblia demanda ser la Palabra misma de Dios. Esto se lo ve claramente en versículos como 2ª de Timoteo 3:15-17, el cual dice, “…y que desde las niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

A fin de contestar estas preguntas, debemos mirar tanto a las evidencias internas, como a las externas, que muestran que la Biblia en realidad es la Palabra de Dios. Las evidencias internas son aquellas cosas internas de la Biblia misma, que testifican de su origen divino. Una de las primeras evidencias internas, de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, se la ve en su unidad. Aún cuando en realidad son sesenta y seis libros individuales, escritos en tres continentes, en tres diferentes idiomas, en un período aproximado de sobre los 1,500 años, por más de 40 autores (que vinieron de muchos caminos diversos), la Biblia permanece como un libro unificado de principio a fin, sin contradicción. Esta unidad es única a diferencia de los otros libros, y es una evidencia del origen divino de las palabras, mientras Dios movió a los hombres de tal manera, que registraron Sus palabras mismas.

Otra de las evidencias internas que indican que la Biblia es realmente la Palabra de Dios se la ve en las profecías detalladas, contenidas en el interior de sus páginas. La Biblia contiene cientos de profecías detalladas, referentes al futuro de naciones particulares incluyendo Israel, al futuro de ciertas ciudades, al futuro de la humanidad, y a la venida de Uno que sería el Mesías, el Salvador de no solamente Israel, sino de todo el que creyera en El. A diferencia de las profecías encontradas en otros libros religiosos o aquellas dadas por Nostradamus, las profecías bíblicas son extremadamente detalladas y nunca han dejado de hacerse realidad. Sólo en el Antiguo Testamento, hay sobre trescientas profecías referentes a Jesucristo. No solamente que fue profetizado dónde nacería y de qué familia vendría, sino también cómo moriría y que resucitaría al tercer día. Simplemente no hay un camino lógico para explicar las profecías cumplidas en la Biblia sino por origen divino. No hay otro libro religioso con el alcance o tipo de profecía de predicción que tiene la Biblia.

Una tercera evidencia interna del origen divino de la Biblia se ve en su autoridad y poder únicos. Mientras esta evidencia es más subjetiva que las dos primeras evidencias internas, ésta no es un testimonio menos poderoso del origen divino de la Biblia. A diferencia de cualquier otro libro alguna vez escrito, la Biblia tiene una autoridad única. Esta autoridad y poder son mejor vistos de manera que innumerables vidas han sido transformadas al leer la Biblia. Los adictos a las drogas han sido curados gracias a ella, homosexuales han sido liberados por ella, abandonados y haraganes han sido transformados por ella, criminales empedernidos, reformados por ella, pecadores son reprendidos por ella, y el odio se ha convertido en amor al leerla. La Biblia posee un poder dinámico y transformador que es posible solamente a causa de la verdadera Palabra de Dios.

Además de la evidencia interna de que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios, también hay evidencias externas que indican que la Biblia es en realidad la Palabra de Dios. Una de aquellas evidencias es la historicidad de la Biblia. Ya que la Biblia detalla eventos históricos, su veracidad y precisión son sujetos de verificación como cualquier otra documentación histórica. A través de evidencias arqueológicas y otros documentos escritos, las descripciones históricas de la Biblia han sido probadas una y otra vez, para que sea exacta y verdadera. De hecho, toda la evidencia arqueológica y manuscrita que apoyan a la Biblia, hacen de esta el mejor libro documentado del mundo antiguo. El hecho de que la Biblia registra con exactitud y verdad eventos históricamente verificables, es una gran indicación de su veracidad al tratar con temas religiosos y doctrinas, y ayuda a corroborar su demanda de que ésta es, la Palabra de Dios misma.

Otra evidencia externa de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios es la integridad de los autores humanos. Como mencioné antes, Dios usó al hombre desde muchos caminos diversos para registrar Sus Palabras para nosotros. Al estudiar las vidas de estos hombres, no hay una buena razón para creer que ellos no fueron hombres honestos y sinceros. Al examinar sus vidas y el hecho de que estuvieron dispuestos a morir (a menudo muertes atroces) por lo que creían, rápidamente se vuelve claro que estos hombres ordinarios, no obstante honestos, realmente creyeron que Dios les había hablado. Los hombres que escribieron el Nuevo Testamento y muchos otros cientos de creyentes (1ª Corintios 15:6) conocían la verdad de su mensaje porque habían visto y pasado tiempo con Jesucristo luego de que resucitó de los muertos. La transformación de ver al Cristo resucitado tuvo un impacto tremendo sobre estos hombres. Ellos pasaron de esconderse por el temor, a estar dispuestos a morir por el mensaje que Dios les había revelado. Sus vidas y muertes testifican el hecho de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios.

Una evidencia externa final de que la Biblia realmente es la Palabra de Dios es la indestructibilidad de la Biblia. A causa de su importancia y su demanda de ser la Palabra misma de Dios, la Biblia ha sufrido más ataques agresivos e intentos de destruirla que cualquier otro libro en la historia. Desde los Emperadores Romanos de la antigüedad como Diocleciano, a través de los dictadores comunistas y los ateos y agnósticos de los días modernos, la Biblia ha resistido y sobrevivido a todos sus agresores, y todavía es el libro más ampliamente publicado en el mundo hoy.

A través del tiempo, los escépticos han considerado a la Biblia como mitológica, pero la arqueología la ha establecido como histórica. Los oponentes han atacado su enseñanza como primitiva y anticuada, pero sus conceptos morales y legales, y enseñanzas, han tenido una influencia positiva en sociedades y culturas en todo el mundo. Continúa siendo atacada por la ciencia, la psicología y los movimientos políticos, no obstante permanece tan veraz y relevante hoy, al igual que desde cuando fue escrita. Este es un libro que ha transformado innumerables vidas y culturas a través de los últimos dos mil años. Por mucho que sus oponentes traten de atacar, destruir o desacreditarla, la Biblia permanece tan fuerte, tan real, y tan relevante como lo fue antes, aún después de los ataques. La precisión con la que ha sido preservada a pesar de cada intento de alterarla, atacarla o destruirla, es un claro testimonio del hecho de que la Biblia es realmente la Palabra de Dios. No debería sorprendernos que por muy atacada que sea la Biblia, ésta siempre aparece igual y ha salido ilesa. Después de todo, Jesús dijo, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Marcos 13:31). Después de mirar la evidencia, uno puede decir sin duda que “Sí, la Biblia es realmente la Palabra de Dios.”

sábado, 6 de marzo de 2010

TRES CONDUCTORES Y EL AUTOBUS ESCOLAR


Al superintendente de educación del condado le hacía falta emplear un conductor de autobús escolar, y tenía tres aplicaciones para la vacante. Para seleccionar el hombre más capacitado ideó la siguiente prueba:

* Llevó al primer candidato por cierto camino a un lugar donde había una curva cerrada en una subida fuerte, y le preguntó: “¿Qué tan pegada puede usted acercar el autobús a la orilla del camino en esta curva sin precipitarse, con todo y niños, por el precipicio”? El conductor echó un vistazo, replicando: “Creo que hasta seis centímetros de la orilla, sin arriesgar la seguridad” .
* Al segundo candidato para el trabajo se le planteó la misma situación. Examinó la curva y dijo al oficial del condado: “Creo que puedo llevar el autobús hasta dos centímetros de la orilla, sin caer sobre el precipicio” .
* El superintendente llevó al tercer candidato al mismo escenario, haciéndole la misma proposición. De inmediato, este respondió: “¿Me tiene por loco? A mi no me preocupa qué tan cerca pueda llevar el autobús a la orilla. Más bien, trataré de alejarme lo más posible de la línea de peligro” . Este fue contratado.

Para el cristiano, hay una “línea de peligro” entre la iglesia y el mundo. “Iglesia” identifica a los que han sido llamados fuera del reino de pecado. El apóstol Juan dijo: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” ( 1 Juan 2:15 ). Quien procura permanecer pegado lo más posible al mundo de pecado mientras sigue a Cristo, tiene una actitud mala. Tal cual el tercer conductor, cada individuo debe mantenerse tan distante posible de la zona de peligro. El apóstol Pablo escribió: “Aborreced lo malo, seguid lo bueno” .

martes, 2 de marzo de 2010

ORAR POR EL HERMANO CAIDO


UN ATENTO INVITACION PARA LAS PERSONAS QUE VISITAN ESTA PAG PARA ORAR POR EL HERMANO CARLOS MARTINEZ Y SU PUEBLO CHILE QUE ESTA SIENDO DEVASTADO POR SISMOS GRACIAS ATTE JAVKEN


Pregunta: "¿Qué es el poder de la oración?"

Respuesta: La idea del poder inherente en la oración es muy popular. De acuerdo a la Biblia, el poder de la oración es, simplemente, el poder de Dios, quien escucha y responde a nuestras oraciones. Considere lo siguiente:

1) El Señor Dios Todopoderoso puede todo; no hay nada imposible para Él. (Lucas 1:37).

2) El Señor Dios Todopoderoso invita a su pueblo a hablarle en oración. La oración a Dios debe ser ofrecida persistentemente (Lucas 18:1), con acción de gracias (Filipenses 4:6), con fe (Santiago 1:5), dentro de la voluntad de Dios (Mateos 6:10), para la gloria de Dios (Juan 14:13-14), y con un corazón recto delante de Dios (Santiago 5:16).

3) El Señor Dios Todopoderoso escucha las oraciones de sus hijos. Él nos manda a orar, y nos promete escuchar cuando lo hacemos. “En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. (Salmo 18:6).

4) El Señor Dios Todopoderoso responde a las oraciones. “Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.” (Salmo 17:6). “Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias.” (Salmo 34:17).

Otra idea popular es que la cantidad de fe que tenemos determina si Dios contesta o no contesta nuestras oraciones. Sin embargo, el Señor responde a veces a las oraciones a pesar de nuestra falta de fe. En Hechos 12, la Iglesia ora por la liberación de Pedro de la cárcel (v. 5), y Dios contesta su oración (v. 7-11). Pedro se acerca al lugar de la reunión de oración y toca la puerta, pero al principio, los que están orando rehúsan creer que es Pedro en verdad. Ellos oraron por su libertad, pero fallaron esperar una respuesta a sus oraciones.

El poder de la oración no fluye de nosotros—no son las palabras especiales que decimos o la manera especial de expresarlas, ni siquiera la frecuencia de ofrecerlas. El poder de la oración no se basa en la dirección hacia la cual nos inclinamos o en cierta postura del cuerpo. El poder de la oración no proviene del uso de artefactos o iconos o velas o prendas. El poder de la oración se basa en Quien escucha y contesta nuestra oración. La oración nos pone en contacto con el Dios Todopoderoso, y debemos esperar poderosos resultados, si Él escoge conceder nuestras peticiones o no, si deniega nuestra solicitud, o nos pide que esperemos en Él. Cualquiera que sea la respuesta a nuestras oraciones, el Dios a quien oramos es la fuente de todo poder, y Él puede respondernos y lo hará, de acuerdo a su voluntad y horario perfecto.

CAMINO ERRONEO



¿Cuál es la mejor manera de evangelizar a alguien que está en una secta o en una falsa religión?

La cosa más importante que podemos hacer por aquellos que están involucrados en sectas o religiones falsas es orar por ellos. Necesitamos orar por que Dios cambie sus corazones y abra sus ojos (2 Corintios 4:4). Necesitamos orar por que Dios los convenza de su necesidad de ser salvados a través de Jesucristo (Juan 3:16). Sin el poder de Dios y la convicción del Espíritu Santo, nunca tendremos éxito en convencer a nadie de la verdad (Juan 16:7-11).

También necesitamos estar viviendo una verdadera vida cristiana frente a ellos, para que puedan ver los cambios que Dios ha hecho en nuestras vidas (1 Pedro 3:1-2). Necesitamos orar para obtener la sabiduría de cómo poder ministrarles a ellos de una manera poderosa (Santiago 1:5). Después de todo esto, debemos estar dispuestos y determinados a compartir el Evangelio. Debemos proclamar el mensaje de salvación a través de Jesucristo (Romanos 10:9-10). Siempre debemos estar preparados para defender nuestra fe (1 Pedro 3:15), pero debemos hacerlo con gentileza y respeto. Una vez tuve un encuentro con algunos miembros de una secta, y un amigo que estaba conmigo les proclamaba la verdad, pero no lo hacía con gentileza ni respeto. De hecho los de la secta parecían “mucho más cristianos” en su actitud y comportamiento que mi amigo. Pudimos haber ganado la batalla por la verdad, pero perdimos la guerra por las almas de aquellos que buscábamos alcanzar.

Por ultimo, debemos dejar a Dios la salvación de aquellos a quienes testificamos. Es el poder y la gracia de Dios lo que salva a la gente, no nuestros esfuerzos. Mientras que es bueno y sabio estar preparados para presentar una vigorosa defensa y tener conocimiento de las falsas creencias de quienes enfrentamos – ninguna de estas cosas resultaran en la conversión de aquellos atrapados en las mentiras de las sectas y las falsas religiones. Lo más y mejor que podemos hacer es orar por ellos, testificarles, y vivir la vida cristiana frente a ellos – confiando en que el Espíritu Santo hará el trabajo de atraerlos, convencerlos y convertirlos.

lunes, 1 de marzo de 2010

COMO PUEDO RECONOCER A UN FALSO MAESTRO O UN FALSO PROFETA



SOLO RECUERDEN UNA COSA UN PROFETA NO SE LA PASA ADIVINANDO SI ADIVINAR SE TRATA MEJOR VOY CON LA QUE LEE LA MANO EN LA EXPO JAJAJAJA
ATTE JAVIER

Jesús nos advirtió que vendrían “falsos Cristos y falsos profetas” e intentarían engañar aún a los elegidos (Mateo 24:23-27; ver también 2 Pedro 3:3 y Judas 17-18). La mejor defensa que puedes tener contra la falsedad y los falsos maestros es – conocer la verdad. Para descubrir lo falso, estudia lo verdadero. Cualquier creyente “… que usa bien la palabra de verdad:” (2 Timoteo 2:15), y que hace un cuidadoso estudio de la Biblia, puede identificar la falsa doctrina. Por ejemplo, un creyente que ha leído las actividades del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en Mateo 3:16-17 cuestionará inmediatamente cualquier doctrina que niegue la Trinidad. Por lo tanto, el “paso uno” es estudiar la Biblia y juzgar toda enseñanza bajo la luz de lo que dice la Escritura.

Jesús dijo que “… por el fruto se conoce el árbol” (Mateo 12:33). Cuando buscamos el “fruto”, estas son tres pruebas específicas para aplicar a cualquier maestro y determinar la veracidad de sus enseñanzas:

1) ¿Qué dice este maestro acerca de Jesús? En Mateo 16:15-17, Jesús pregunta, ¿…quién decís que soy yo? Pedro respondió, “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Y por ello Pedro es llamado “bienaventurado”. En 2 Juan 9 leemos, “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.” En otras palabras, Jesucristo y Su obra de redención son de máxima importancia; cuídate de cualquiera que niegue que Jesús es igual a Dios, y que subestime la muerte sustitutiva de Jesús, o rechace la humanidad de Jesús. 1 Juan 2:22 dice, “¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.”

2) ¿ Este maestro predica el Evangelio? El Evangelio es definido como las buenas nuevas concernientes a la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, de acuerdo a las Escrituras (1 Corintios 15:1-4). Aunque suenen muy agradable las declaraciones de “Dios te ama”, “Dios quiere que alimentemos a los hambrientos”, y “Dios quiere que seas próspero” ese NO es el mensaje completo del Evangelio de Cristo. Como Pablo advierte en Gálatas 1:7, “… hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.” Nadie, ni siquiera un gran predicador, tiene el derecho de cambiar el mensaje que Dios nos dio. “… Si algunos predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” (Gálatas 1:9)

3) ¿Este maestro demuestra cualidades de carácter que glorifican al Señor? Hablando de falsos maestros, Judas 11 dice, “¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.” En otras palabras, un falso maestro puede ser conocido por su orgullo (el rechazo de Caín al plan de Dios), codicia (la profecía e Balaam por dinero), y rebelión (la autopromoción de Coré sobre la autoridad Moisés)

Para un estudio más profundo, revisa aquellos libros de la Biblia que fueron escritos específicamente para combatir las falsas enseñanzas dentro de la iglesia: Gálatas, 2 Pedro, 2 Juan y Judas. Con frecuencia es difícil detectar un falso maestro o un falso profeta. Eso es a lo que se refiere la frase de un “lobo con piel de oveja”. Satanás y sus demonios se disfrazan como “ángeles de luz” (2 Corintios 11:14), y “…sus ministros se disfrazan como ministros de justicia;…” (2 Corintios 11:15) Solamente estando totalmente familiarizados con la verdad, estaremos en condiciones de reconocer una falsificación.